Nunca sé cómo empezar

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Nunca supe que poner al principio de algo, ni en el desarrollo y mucho menos en el final. Mí mente es un desorden difícil de acomodar, las palabras, sentimientos y pensamientos están de acá para allá sin un orden específico.
Sinceramente soy pésima en esto.
Siempre pensé que la escritura era lo mío, mí mente se llenaba de ideas locas y, como ya leyeron, desordenadas. Sin embargo plasmarlas en un papel me angustiaba, bueno, lo sigue haciendo. Lo que aparentemente podría llegar a ser mí único talento siempre me hizo sentir como una idiota, incapaz de ofrecerle a los demás lo que esperaban de mí. Incapaz de plasmar en palabras lo que mí mente veía.
Hoy más que nunca ese sentimiento de no tener nada que ofrecerle al mundo me toma fuerte del brazo y me lástima, me deja una marca, la marca me dice: "sos pequeña  y esta ciudad es muy grande, hasta el viento más suave se siente, la llovizna más fina moja y sin embargo tu voz sigue siendo vacía"
Me niego a ver y a creer en eso, pero no soy tan fuerte.
Lo que me dice el sentimiento es verdad, no existo.
Constantemente pienso en el final. Pero ¿Qué final? Si nunca aprendí a empezar.

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