Capítulo 1: El Comienzo.

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- ¡En tu cara, idiota! - dijo Elliot mi gran y único mejor amigo mientras tiraba las cartas a la mesa. Estábamos jugando poker y era como la 5ta vez que me ganaba, puf. - Cállate, solo es un juego no es la gran cosa. - solamente rodó los ojos mientras reía por mi comentario. - No es mi culpa que tu 'princesita' no haya llegado - dijo mientra recogía las cartas de las mesas. - ¿Y eso que tiene que ver? . - terminé de decir eso y sonó la campanada cuando alguien entra al café C&C. Voltie inmediatamente encontrándome con mi ángel, estaba anonado. Llevaba su pelo suelto con las puntas color violeta que le llegaban hasta los codos, traía una chaqueta cafe, unos jeans y sus típicas botas cafe. Traía su termo en la mano, y su mochila en la otra. Se dirigía a la caja para poder ordenar su típico café, me levante de inmediato y fui tras de ella tratando de ser sigiloso, llegué atrás de ella. Estaba tarareando una canción, oh. Su dulce voz. No podía despegar mi mirada de ella, tan linda, tan pequeña, tan encantadora, tan.. Ella. Creo que se veía mi cara de estúpido porque sentí un pequeño golpe en mi cabeza, - ¡Auch! ¿¡Que te pasa, idiota?! - susurre al ver a Elliot atrás mio. - Pareces idiota, bueno, ya lo eres, pero no lo demuestres tanto por favor. - dijo como si nada. Solté un pequeño bufido y me voltie de nuevo, viendo que mi ángel ya estaba ordenando. Acomode un poco mi pelo por el nerviosismo, pelo castaño con un pequeño copete hacia arriba. Voltiaba hacia todos lados para poder relajarme un poco, le dieron su café y se fue a una pequeña barra para poder prepararlo. Fui hasta la caja rápido y pedí lo de siempre, - Ay Hans, ¿cuándo te darás por vencida o le hablaras? - dijo Monett, ella ya me conocía, digamos que soy cliente frecuente. - Algún día, muy pronto ya verás. - dije tomando mi café que me estaba entregando - Hay otras chicas, no sólo está Alice. - dijo rodando los ojos, me límite a darle una sonrisa de a lado y darle el dinero y dirigirme a la barra donde todavía estaba Alice preparando su café. Llegué y estaba texturado en su celular, empecé a echarle una cucharada de crema y así sucesivamente, note que se le había caído un sobre de azúcar y se lo entregué. - Oh, gracias. - dijo dedicándome una sonrisa, - De nada - dije tartamudeando un poco, y ahora fue a mí a quien se me callo un sobre de azúcar. Ella fue quien ahora se agachó para darme el sobre, - Estamos a mano. - rió mientras me daba el sobre y nuestras manos se rozaron. Sentía que moría por dentro, al fin por 8 meses 3 semanas 6 días y exactamente 4 horas, toque su mano. Sentí una corriente eléctrica a tal tacto. - Y ahora yo te agradezco a ti - reí y le guiñe el ojo. Wow, ¿Acabó de hacer eso? Hans, vas bien querido amigo, sigue así. Ella rió y vio su reloj - Oh, Dios! ¡Se me hace tarde! - dijo agarrando su café y su mochila, - ¿Adiós? - dije volteando hacia ella - No me gusta decir adiós, es como si no nos fuéramos a ver, así que, mejor un hasta luego. - dijo sonriendo y saliendo literalmente corriendo hacia la salida. - Hasta luego... - susurre mientras veía que salía por la puerta. Estaba feliz, moría de la felicidad. ¡Le había hablado! ¡Hablamos! ¡Nuestras manos se tocaron! ¡Le guiñe el ojo y me sonrió! Fui hasta donde estaba Elliot, en nuestra mesa cerca de la ventana mientras estaba texteando algo en su celular. - ¡Elliot! ¡Hablamos! ¡Le toque su mano! ¡Le guiñe el ojo y me sonrió! ¡Elliot! - dije sacudiendo mi mano en frente de la pantalla de su celular. - ¿Que? - dijo desinteresado. - ¿No me escuchaste? - - No - dijo volviendo a textear su celular. - Vámonos de aquí- dije agarrando su brazo y saliendo del lugar mientras agarraba mi café. Se iba quejando el en camino, y yo mientras tanto recordaba aquel momento que hace poco acaba de suceder. Estaba muriendo de la felicidad, empecé a contarle a Elliot lo que acaba de suceder el solamente asentia y al final quedó sorprendido. - ¿Gracias a un sobre de azúcar empezaron a hablar? - levanto una mano y estiró un poco su cuello, lo cual me causó risa. - Si, ¡Bendito sea la persona que creo los sobres de azúcar! - dije elevando mis brazos al cielo. Elliot se empezó a reír negando con la cabeza. Estábamos caminando en la calle llegando hasta nuestra tienda de discos de segunda mano. Quite el seguro y abrí la puerta mientras Elliot gritaba y tiraba su mochila a algún lugar de la sala.

- ¡Hogar dulce hogar! -

- Elliot, no es nuestro hogar.

- Hans, eres feo.

- Elliot, ¿Que carajos tiene que ver eso con esto?

- Hans, tenía que decirlo, lo siento amigo.

Rodé los ojos y le avente las llaves las cual acacho. Me dirigí a la ventana y voltie el cartel que decía 'Cerrado' el cual ahora dice 'Abierto'. Elliot comenzó a acomodar unos discos mientras yo ponía algo de música para animar el ambiente. Puse a Nirvana, justamente estaba sonando mi canción preferida Lithium. 'I' m so happy because today i've found my friends.. They're in my head I'm so ugly, but that's okay, cause so are you.. We're broken our mirrors, Sunday morning, is everyday for all care and I'm not scared light my candles in a daze cause I've found God! Yeah, yeah, yeah!' resonó el lugar mientras empecé a cantar como loco. Estaba ¿bailando? No se que estaba haciendo pero estaba muy alegre, y bueno. Uno cuando se alegra hace cosas locas, ¿no?

HEY! Hola, eh. Jajaja❤ Esta es una 'novela' mía espero y les guste. Se me dio por escribir esto por la canción de Ed Sheeran - Cold Coffee. ¿La conocen? Bueno, a mi me encanta, jajaja. Si les gusta por favor comenten me daría inspiración y sentiría que no perdió mi tiempo. Espero en serio les guste! Hasta el próximo capítulo❤

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