—Vamos a calentar. No tiene nada que ver con los rigurosos calentamientos de jiu-jitsu que han visto en las otras clases, se lo prometo. Así que extiendan los brazos a ambos lados.
Molly se dirigió hacia la última fila, pero el la atrapó de las manos
—Nada de esconderse, ¿recuerdas?
—Eres mandón hasta fuera de la oficina —replicó su amiga.
Jungkook sonrió
No obstante, parecía que todo el mundo deseaba estar en primera fila, así que acabaron detrás de todos modos.
El sandan Zach caminó en círculos alrededor de sus alumnos mientras daba instrucciones para realizar estiramientos suaves. jungkook deseó haber llevado algo por abajo , porque los vaqueros se le clavaban en el culo cada vez que se movía.
Molly se inclinó hacia el y resopló:
—Creía que había dicho que no sería una sesión de ejercicios rigurosa. No me he apuntado a aeróbic.
—Desde luego que no. —jungkook también se sentía un poco incómodo —. No llevo nada por abajo y todo se mueve a una velocidad que me preocupan mis pobres bolas .
Molly rio a carcajada , pero se detuvo en seco cuando el sandan Zach se la quedó mirando.
—Antes de que empecemos, ¿tienen alguna pregunta?
—Sí —dijo una voz a sus espaldas—. ¿Por qué no lleva el su uniforme reglamentario?
Jungkook se quedó paralizado. La autoritaria voz hizo que le atravesara un escalofrío, como una caliente brisa que sopla sobre su piel húmeda y le erizara el vello de pies a cabeza lo cual por cierto iso que el tamaño de su pantalón creciera sin límite Antes de que pudiera volverse y decidir si el rostro estaba a la altura de esa sensual voz, su instructor intervino:
—Lo lamento, sensei . ¿Prefiere que el no participe en la clase?
¿Que no participara en la clase? Tonterías. Al parecer, el portero calvo y tatuado había olvidado recordarle las normas de vestuario, pero eso no era su jodida culpa . Había pagado la cuota, así que no iría a ninguna parte. Y ¿por qué ninguno de esos dos tipos , don Voz Deliciosa y Peligrosa o el instructor mano dura Zach, se dirigía a el directamente? Furioso y gruñendo desistió por fin hablar
— El puede hablar malditamente bien por sí mismo —replicó volviéndose hacia el sensei .
Suerte que había tensado el cuerpo , de lo contrario, podría haberse venido . El rostro de ese hombre estaba más que a la altura de su voz seductora; simplemente era el hombre más impresionante que había visto nunca , una mandíbula muy marcada que no sabía si era por el momento . Unos carnosos labios que daban ganas de morder asta sacarle sangre . Una nariz perfecta nada fuera de lugar . Y los ojos. Nunca había visto unos ojos de ese tono, un claro castaño dorado del color del topacio. Los tenía pequeño pero el poder que trasmitían casi me hacían sentir envidia . El pelo negro casi le rozaba los hombros. Todo en ese hombre, desde el rostro hasta su pose, hacía que su presencia fuera muy autoritaria.
Estaba claro que el sensei no era el anciano decrépito que había imaginado.
—¿Ha acabado? —preguntó él con su aterciopelada voz, aunque su tono era cortante.
Jungkook esbozó una media sonrisa cuando fue consciente de que se había quedado mirándolo casi a punto de gemir
—¿Por qué tu alumno no lleva el uniforme reglamentario? —volvió a preguntar el sensei al sandan Zach mientras mantenía clavada su intensa mirada en la de el
—¿Por qué le llama la atención a él? —insistió Jungkook—. No es culpa suya que yo no lleve la ropa adecuada.
Y entonces descubrió qué significaba exactamente esa expresión que decía que podría haberse oído el vuelo de una mosca. Parecía que todo el mundo en el edificio, no sólo los que estaban más cerca, se hubiera callado y lo miraran con la boca abierta.
El apuesto sensei se inclinó entonces hacia delante y le acercó los labios al oído.
—No tolero ningún desafío directo en mi dojo . Nunca. —La calidez de su aliento le acarició el cuello, y Jungkook reprimió un estremecimiento—. ¿Queda claro?
—Ajá.
—«Sí, señor», «Sí, sensei » o «Sí, maestro Kim» son respuestas apropiadas. «Ajá» no lo es.
Y ahora llego el turno de Jungkook de acercarse y susurrarle en el oído — Si , señor , Kim
—Si desea continuar con esta clase, le sugiero que se ponga la ropa adecuada sin discutir.
—Como lo mío ha sido una incorporación de última hora, no tengo la ropa apropiada.
—Lo solucionaremos ahora mismo. Sígame —dijo él.
Su tono exigía que lo obedeciera. Jungkook lo siguió mientras sentía todas las miradas puestas en el y se centró en la amplia espalda que tenía delante.
Le molestó que no se girara ni una sola vez para comprobar que había obedecido y simplemente diera por supuesto que lo había hecho.
«Porque tú no eres exactamente alguien dado a incumplir normas, Chico .»
Pero don «puedes llamarme señor, sensei o maestro kim » no sabía eso. Quizá como había protestado, él pensaba que era una especie de alborotador. Se juró que sería tan dócil como un cachorrillo a partir de ese momento, aunque sólo fuera por Molly.
Avanzaron por un pequeño pasillo. El sensei abrió una puerta y el lo siguió a un área de almacenaje. En la pared del fondo había varias pilas de los uniformes que había visto llevar a todos los demás. Algunos blancos, otros negros.
El sensei le estudió de cintura para abajo, se giró y metió la mano en una pila. Finalmente le ofreció unos pantalones negros.
—¿Qué son? Parecen pantalones de pijama.
—Se llaman gi , y a buena hambre no hay pan duro, ¿no cree usted, señor.....?
—Jeon Jungkook —susurró el
—Puede cambiarse en el baño, al otro lado del pasillo, siempre que no se tome toda la noche.
La parte rebelde de Jungkook apareció entonces de nuevo. Aunque podían contarse con los dedos de una mano los hombres que le habían visto desnudo , algo en el sensei ponía a prueba su paciencia.
—No es necesario — palmeó su polla y se bajo los pantalones
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AtAdO (JiNkOoK)
Fanfiction. Ven, déjame verte, déjame conocerte, déjame aspirar a poseerte y tenerte para mi ACLARACIÓN: está historia es una adaptación, no me pertenece .
