AFTER YOU. || Supe que me importarías desde la primera vez que te vi llorar, ya que lo único que quería hacer fue dejar todo con tal que no lloraras más
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Jade POV'S
Un nuevo día en los Ángeles disfrutando de su clima, hoy tenía planeado el día para Noah y para mí ya que el juró recompensarlo por mi cumpleaños. Me puso un vestido de jumper y una camisa con un estampado de dona con glaseado rosa y chispas de chocolate.
—Noah—grité bajando las escaleras rápido y abrazarlo
—cómo estas por lo de ayer?—alce mi hombros
—creo que sabía que esto tarde o temprano acabaría
—y por eso lo bloqueaste de todas tus redes y eliminaste sus fotos juntos—asentí
—en verdad, creo que solo quería fama—ate las agujetas de mis converses blancos con tacón—de hecho jamás subí una foto, él las subía—termine de amarrar las agujetas y miré mis dos molotes a los lados hechos con trenzas
—te ves genial—asentí tomando mi bolso de mezclilla —debemos apurarnos—asentí
—¡adiós mamá!—me despedí y salí junto a Noah hacia la camioneta de su mamá—hola, Karine—salude abrochando mi cinturón
—y ¿a dónde iremos?—Noah alzó los hombros viéndome
—iremos a saltar del paracaídas —los ojos de ambos se abrieron—es seguro yo ya lo he hecho como tres veces—supliqué con la mirada haciendo que ambos asintieron
[...]
El aire no dejaba escuchar muy bien a Noah pero como estaba sabía que lucía terrado ya que no soltaba la mano de su mamá y sus ojos emanaban miedo. Suspiré y me acerque a él tomando su otra mano para hacerlo sentir bien
—¿quién saltará primero?—al ver a los demás alce mi mano
—Jade segura—asentí—mejor iré yo primero—la mamá de Noah fue enganchada a un instructor que la ayudaba a relajarse para la caída de aproximadamente 5000 metros de altura
—Noah, si tú saltas, yo salto—sonreí tomando su mano—lo haremos al mismo tiempo—negó—Noah mirame—lo tomé de la cara—lo haremos —tome su manos y nos engancharon a los instructores y empezamos a caer
La vista era hermosa dejando de lado los gritos de Noah que se oían hasta China, observe cada vista y hoy más que nunca supe que quería disfrutarla a más no poder. Al aterrizar el instructor evitó nuestras caída al suelo.
—basta Noah, ya llegamos—el me miró y sonrió apenado acercándose a mi
—es hora de ir por una malteada—lo abrace por detrás caminando hacia su mamá para cambiarnos e ir al auto
—vamos—enrolle mis piernas en su cintura sin dejar de abrazarlas
—eres muy liviana—comentó Noah al cargarme —debes comer más—sonreí
