Clara
Como iba a diciéndoos, después de unos momentos de tensión se dignó a dirigirnos la palabra diciéndonos:
_- Mira a quienes tenemos aquí, son un grupo de cuatro chicas que llegan tarde, ¿Qué raro, no? – dijo con un tono arrogante.
_- Pues eso que acabas de decir se ve a la legua sin necesidad de que digas nada, pero igualmente, estábamos cogiendo nuestras tablas ¿sabes? – le respondió Paola que no aguanta que la balicen y menos si es alguien casi de su misma edad por no decir de su edad.
_- Yo creo que estabais mirándoos en el espejo. Pero en cualquier caso, mi nombre es Jordan y soy vuestro profesor de surf. Espero que no lleguéis más tarde porque si no tendréis problemas.
_- Vale – le respondo, y nos damos la vuelta todas para coger nuestras tablas ya que después de subirlas las habíamos dejado apoyadas contra la pared. Pero nada más voltearnos, él nos llama y nos pregunta:
_- Oye chicas, ¿no os vais a presentar? – nos dice con un tono decepcionado bastante fingido.
_- Pues la verdad que no, para que nos regañes ya el primer día prefiero que no me conozcas – a la que ya le caía bastante mal el monitor.
_- Mira bonita, no es que quiera saber vuestros nombres, es que los necesito saber por si os necesito llamar la atención, que es lo creo que voy a hacer durante todo el curso. ¿Entonces me los vais a decir ahora o no? – nos pregunta mirándonos fijamente como si y supiera nuestras intenciones.
_- Ok, yo soy Paola – dice Paola con un tono de poco amigos.
_- Yo soy Catalina y yo Julia – dicen ambas muy confiadas.
_- Yo me llamo Clara – digo tímidamente, ya que después de la charla y bronca que nos acaba de echar no puedo ni levantar la mirada y mirarlo fijamente a los ojos. Y también porque toda la clase nos seguía mirando.
Mientras el profesor terminaba de arreglar las tablas, Julia y yo fuimos bajando a la playa ya que teníamos todo listo. Y no podíamos quedarnos allí esperando porque si nos quedamos nos morimos de vergüenza. En unos cinco minutos, bajan Paola y Catalina con las tablas seguidas del resto de la clase y nos dicen:
_- Chicas os espera el profesor arriba – dicen ambas en tono sarcástico ya que saben que nos va a echar otra charla y ni siquiera habían pasado diez minutos de la anterior.
_- ¡Qué, pero si no hemos hecho nada!, pero si todavía no son ni las diez y cuarto de la mañana y ya nos van a echar una segunda bronca y encima la misma persona – dije yo bastante desesperada, porque no creía que el día pudiera ir a peor, pero me equivoqué en eso también.
_- Tranquila Clara, no te preocupes, tu sólo distráete mientras nos echa la bronca: Fácil, sencillo y para toda la familia – dice Julia riéndose entre dientes, cosa que no entiendo con la que nos va a caer allí arriba en breve.
_- Venga chicas que os está esperando, no os demoréis mucho. Decirle que si a todo y listo. Mucho ánimo – dice Paola en un intento de tranquilizarme y animarme, que conste que no funcionó.
Subíamos escaleras arriba hacia la piscina del club mientras que los otros alumnos estaban calentando, que envidia nosotras a punto de ... algo malo y ellos allí pasándolo bien. El caso, nos encontramos a Jordan dando vueltas sobre si mismo dándonos la espalda, parecía enfadado o nervioso o una mezcla de ambos. Ambas vemos como se volteando para enfrentarnos y comienza la conversación o lo que vaya a ser esto, que ni yo lo tengo claro, diciéndonos:
_- En serio creéis que podéis hacer lo que queráis en mis clases, a mi me da que no. Por eso Julia te vas a quedar aquí después de que termine la clase a ayudarme a recoger los trajes de neopreno y las tablas. Mientras que tú, Clara vas a ... - lo interrumpo y veo la cara de Julia diciendo: por favor no digas ni hagas nada que esto pueda acabar peor. Pero yo no me corto cuando se meten con mis amigas sin razón o motivo y le dije:
_- Nosotras no hemos hecho nada y si quieres que juguemos a amenazas, tu tranquilo que las tendrás. Ahora es mi turno, así que qué sepas que mis padres y abuelos son amigos íntimos del jefe del club y si pongo una queja con motivos que la soporten, que conste que hoy tengo varios, te pueden echar. Así que si no tienes motivo no nos regañes, ¿Vale? – vi la cara de ambos, tanto de Jordan, que estaba alucinado y Julia que me estaba como mirando: Gracia, gracias, gracias. Rápidamente, y enfada me volteo y agarro a Julia de la muñeca y me la llevo a rastras a la playa, donde cuando llegamos nos encontramos a todos sentados en las tablas ya que hacía tiempo que habían terminado de calentar. Estaban muy aburridos sin saber que hacer por lo que cuando aparecimos todos nos miraron, cosa a la que aunque hubiera pasado un montón de veces no me había acostumbrado todavía y me sonrojé.
Fuimos Julia y yo a sentarnos sobre nuestras tablas, que estaban al lado de las de Catalina y Pola. Nada más sentarnos bajó el profesor, nos dio a toda la clase unas pautas de cómo ponernos de pie sobre la tabla y después de la explicación fuimos directamente al mar a practicar lo aprendido.
Nota de la autora:
Hay parte tres del monitor de surf, pero creo que de ahí no pasa jajaj.
Que paséis un buen día
Tiki tiki
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Un verano un tanto peculiar
RomanceNarra la historia de Clara, una adolescente de 16 años, que hace el mismo viaje de todos los veranos a su pueblo. Allí comienza una nueva etapa de su vida. Este verano dará un giro inesperado a su vida, ya que es un tanto peculiar.