Capítulo Único.

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Una vez más, ¿Por qué tenía que ir?

Felix acostado en su preciada cama miraba el techo blanco de su habitación, observando las estrellas fosforescentes pegadas en el liso techo. Esas que su padre colocó cuando tenía cinco años para que dejara de llorar por tremendo miedo a la horrible oscuridad.

Aunque a sus diecinueve años aún le seguía teniendo miedo.

Pero eso no va al caso.

El chico estaba pensando en todo y a la vez en nada. Creando en su cabeza excusas para darle a su mejor amigo y no salir de su casa.

Por ahora la opción más convincente era decirle que su gato había escapado y estaba deprimido por eso. La idea de que los alienígenas habían secuestrado a su tío y tendría que ir a buscarlo al espacio en su nave espacial lo usaría para otra ocasión más urgente.

Tomó una de las almohadas que se encontraban en su cama para ponérsela directo en la cara, poniendo un poco de presión para ver si se moría de una vez por falta de oxígeno. Al ver que eso no tenía los resultados esperados se la quitó, la tiró por algún lugar de la habitación y bufó mientras se cruzaba de brazos.

10:17 de la mañana de un sábado.

"¿Qué se supone que hago despierto a esta hora, Ji Yong hyung?" Le habló a su figura de cartón de tamaño real de su artista favorito y futuro esposo, que se encontraba cerca de la ventana. "Es sábado, se supone que debería dormir hasta las dos de la tarde" Lloriqueó.

Brincó del susto al sentir como algo se subía a su cama y se acostaba a sus pies, pero se tranquilizó al ver que solo era su gato. Este estaba a punto de dormir cuando el de cabellos rubios lo tomó en brazos y lo abrazó.

Adiós a las horas de sueño del pobre felino.

"Oh, Señor Wilson, ¿Qué debería hacer?" Acarició el negro y esponjoso pelaje del minino. "Me da pereza salir de mi casa, pero le dije a Jeongin que iría con él hoy"

"Meow"

"Pero..." aplastó al Señor Wilson contra su pecho en un abrazo, no midiendo su fuerza, el pobre gato estaba quedándose sin aire. "¡No soy un mal amigo, solo la flojera es más grande!"

Felix soltó un grito al sentir como el de cuatro patas le rasguñaba el brazo, dando a entender que lo soltara de una vez. Este le hizo caso y en cuanto Wilson fue libre, salió disparado por la puerta que estaba media abierta.

"¡Me abandonas, no vengas a mi llorando cuando tengas hambre!"

Bitch, better have my money empezó a sonar por toda la habitación, dando entender que alguien estaba llamando a su celular.

No lo juzguen, la canción era realmente pegajosa.

Buscó por todos lados su celular, en la mesita de noche y entre las sábanas, pero no dio con él hasta que se quedó quiero agudizando su oído para escuchar desde donde sonaba su aparato electrónico. Se bajó de la cama y se agachó para ver debajo de esta, ahí fue donde pudo encontrar su móvil. No tenía ni idea de cómo había llegado hasta ese lugar.

Se volvió a acostar en su adorada cama y contestó sin ver quién era.

"¡Felix! Espero que estés listo, el partido empieza a las 11, ¿recuerdas? ¡se nos está haciendo tarde!"

Ah, realmente se arrepentía de no haber visto el nombre antes de contestar.

"Jeongiiin, amigo mío, estoy muy bien, gracias por preguntar, eres una gran persona." Dijo sarcásticamente. "Ya sé que querías que te acompañara a ver a tu queridísimo novio, peeeero, lamento decirte que Señor Wilson desapareció anoche y necesito salir a bu... "

𝘒𝘪𝘴𝘴 𝘊𝘢𝘮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora