Capítulo 3

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ADHARA:

Sigo a Haymich por un pasillo blanco que me produce dolor de cabeza. 

-Tranquila, con el tiempo te acostumbrarás- dice este al ver que tengo una de mis manos heladas en la frente.

-Eso espero- respondo con una sonrisa.

Él se ríe y me dice: - Ya estamos, eta es nuestra última parada.

Después de conocer a un grupo de chicos y chicas que me sacarán unos cuantos años, Haymich me ha llevado a conocer todas las instalaciones. Me ha enseñado el comedor, nadie lo usa para desayunar, ya que prefieren empezar la mañana lanzando cuchillos mientras desayunan. Por eso comen en "cultris iactis"  que significa "lanzar cuchillos" en latín. 

Aquí le dan mucha importancia algriego y al latín, cosa que me gusta porque es bueno que aparte de enseñarte a luchar te enseñen más cosas. 

Después de enseñarme el comedor, me ha llevado a la sala de entrenamiento, a los dormitorios y, a lo que a mi más me ha gustado, al exterior. Al parecer estamos en medio de la selva y, nada más salir hay una barrera que, según me ha dicho Haymich, sólo se cierra por la noche. Después me ha enseñado que hay 3 edificios en "Epsilon" dos que están hechos para nosotros y otro que es un gigantesco laboratorio en el cual, hay una planta a la que no podemos entrar. 

Hemos tarddo toda la mañana, ahora es la hora de comer, pero no tengo hambre, los médicos dicen que tengo un transtorno de alimentación porque apenas como, ellos lo llaman transtorno de alimentación, yo lo llamo NO TENER HAMBRE. Aunque les he dicho esto millones de veces siguen diciendo que es una enfermedad pero que no me preocupe, que me curarán. Me ponen histérica los adultos que no me tienen en cuenta por ser menor UFFFFF.

Un chasquido delante de mi cara me saca de mis pensamientos.

-Bienvenida al mundo real -dice Haymich riéndose.

-Yo... Lo siento...- balbuceo.

-No pasa nada, los médicos dicen que al pasar tanto en coma te has acostumbrado a perderte en tus pensamientos, eso no es nada malo.

-¿Entramos?- pregunto para cambiar de tema, la verdad no quiero oír hablar de médicos por el mayor tiempo posible.

-Sí, claro -dice Haymich abriendo la puerta.

Detrás de esta hay una gran cntidad de plantas y árboles giagantes y, entre ellos miles de huevos metálicos que me quedo mirando.

-Eso son huevos de "falcon" o "geráki" , halcón en latín y en griego respectivamente - explica Haymich. 

De pronto a un huevo mucho más pequeño que los demás comienzan a salirle unas grietas, Haymich retrocede un par de pasos, pero yo me acerco más para verlo mejor. Un diminuto halcón de metal sale de huevo y se sube a la palma de mi mano .

-Increíble- susurra Haymich que, se ha acercado a mi.

-¿Por qué?

-Ese "geráki" es el más poderoso que hay aquí, pero creyeron que jamás se abriría.- Me explica- Te ha elegido- añade.

-¿Cómo que me ha elegido?

-Los "geráki" que ves aquí eligen un dueño al que le son fieles toda la vida. Cuando su dueño muere, ellos también.

-¡Qué triste!- exclamo.

-Sí bueno- dice él- tendrás que ponerle un nombre.

-Mmmm...Kyla. Sí, así te llamaré- digo mirando a mi nueva amiguita.

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⏰ Última actualización: Feb 01, 2015 ⏰

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