No sabe si estar agradecida con toda la atención que ha recibido en el transcurso de esa semana, desde obsequios por parte de los conocidos y familiares de su Ghali hasta la atención del mismo. Fue una semana llena de preparativos para su boda, su asfixiante madre fue un grano en su culo durante el proceso. Sin embargo, ahora que terminó la última ceremonia y ya es igualmente esposa de Uchiha Sasuke, sabe que valió la pena. Nunca pensó que en su viaje a Arabia Saudi con su madre, Kaguya, y su padrastro, Yahiko Pain, iba a conocer quién hoy es su esposo.
El hombre es caliente como el infierno y es todo lo que podría pedir en un esposo, lo amo. Lo conoció en la casa del tío de su padrastro, su aura destila poder en todo el sentido de la palabra, tanto que la atracción fue casi inmediata. Durante su estancia allí él iba todos los días, ya que el dueño de la casa, Naruto Uzumaki, es su amigo de la infancia. Fueron largos tres de miradas y conversaciones breves, fue entonces cuando teníamos que partir con mi madre que él se acercó y compartimos números telefónicos y desde ahí todo fue increíble. Las llamadas, las fotos y maldición, su voz ronca debería ser considerada ilegal con ese acento en su inglés.
— Helwe es hora de prepararte para tu luna de miel — La voz de Ino me saca de mi ensoñación, sin más dejo la copa que anteriormente estaba consumiendo para seguirla hasta la enorme habitación que compartiré está noche con mi Ghali.
Me despojo de mi vestido de noche y lo dejo en el reposabrazos derecho del enorme sillón que está cerca de mí nuestras veo a Ino acercarse con una enorme caja.
— ¿Qué es eso?
— Helwe esto es lo que usarás está noche ¿recuerdas lo que te dije cuando te estaba enseñando ese baile? — dice mientras saca todo de la caja — Él puede tomar a más esposas, tienes que mostrarle que no necesita a otras mujeres, Sakura, hazlo arder por tí y desearte más de lo que ya lo hace.
Un hermoso bedlah muy diferente a lo anteriormente había visto nunca, que sólo consistía en una pedazo de tela traslúcido que haría el papel del sostén con un jade en alrededor del cuello, un cinturón ajustado a la cadera decorado con monedas de oro, falda tipo harén y el velo, todo de color rojo. Con un poco de su ayuda me coloco las prendas, dejo mi largo cabello suelto y el pequeño rombo que dibuja en mi frente.
— Oh, joder, estoy tan nerviosa ahora mismo.
— No tienes porque, no hay lugar para la vergüenza, es tú esposo y después de todo el sexting que tuviste con mi hermano no tienes por qué tenerla o sentirte nerviosa — Sonríe maliciosa — Son exactamente las 11:00 Helwe, tu querido esposo debe de estar muriendo por verte, acompáñame.
Y la sigo por el largo pasillo, y es indescriptible la emoción correr por mi torrente sanguíneo, es un embrollo de sensaciones.
— Suerte, Sakura, disfruta tú noche — se va y me deja frente a la puerta, expulso el aire contenido y entro. Él está allí sentado en la orilla de la cama con solo su pantalón de vestir y camisa blanca.
— Habibati — gruñe complacido en tanto sus ojos me recorren sin una pizca de pudor.
Sintiendo aún sus ojos clavados en mí me dirijo al estéreo en una esquina de la habitación y opto por una pista instrumental.
Muevo mi torso realizando ondulaciones, dibujando el camello; mis hombros dibujan olas; los brazos y las manos están colocados en una posición armónica, creando imágenes de pájaros, toros, una serpiente, una jarra, la flor de Loto. Mi cuello se mueve de un lado a otro; mis caderas forman líneas rectas, "ochos" y símbolos del infinito; mantengo las piernas flexionadas pero sueltas.
La exquisitez de los movimientos, la belleza de las ondas dibujadas con el cuerpo, la delicadeza de los ritmos y los sonidos mágicos del tambor, laúd, flauta y acordeón inundan mis sentidos y cierro los ojos, suelto uno que otro gemido al sentir mi coño mojarse y mis paredes contraerse.
Me acerco a él sin dejar mis movimientos, puedo sentir su respiración agitada acariciar la piel de mi vientre desnudo. Sus manos grandes toman mis muslos subiendo por ellos y me alejo antes de que lleguen más allá y me haga perder la cordura con su toque.
Estoy tan absorta en mi danza que cuando sus brazos toman mi cuerpo y me lleva a la cama no puedo evitar abrir mis ojos sorprendida.
Retira mi velo y atrapa mis labios entre los suyos y es tan apasionado a la hora de besar, chupando mi lengua y dejándome ardiendo de ganas por él. Mis otras prendas son retiradas de mi cuerpo y lo mismo hace con la suya, la sensación piel con piel es arrolladora.
— Habibati, estoy tan feliz de que seas mi esposa — quisiera responder pero mis palabras se quedan atascadas en mi garganta cuando su boca se encuentra deliciosamente atendiendo mis pezones, sus manos tocando con deseo cada tramo de piel.
Baja, toma mis piernas y besa desde las plantas de mis pies dejando un rastro de saliva y marcas, subiendo... Subiendo hasta que su lengua se pasea por mi coño mojado y tengo que empuñar las sábanas en un intento vano de contener todas las sensaciones. No deja de mirarme a los ojos mientras come mi coño, la escena están morbosa que me hace querer cerrar las piernas pero él lo impide.
— Voy a cogerte, Habibati — Dice con esa voz profundo y ese acento... Ese acento le agrega un algo — No habrá nadie más en tu vida que no sea yo, nena.
Tampoco quiero a nadie más.
— ¿Lo sientes? — dios su polla está tan dura contra mi coño, gimo — Me vuelves loco, Habibati.
— Ghali... — me arqueo cuando siento su polla abrirse paso en mi, es tan adictivo y doloroso, es real.
Al principio suave pero luego es tan apasionado y me jode con todas las ganas acumuladas. El placer que nos invadió fue tan intenso que nuestros gemidos resonaron el la habitación.
— A-hm Duele, dios... Ghali no pares — es tanto que es doloroso y placentero. Es esa línea entre el placer doloroso que lo vuelve aún mejor.
— Oh... Mierda... Sasuke — besos húmedos, mordidas, el sonido húmedo haciendo eco; el roze de nuestros cuerpos, era el maldito cielo. Aferro mis piernas alrededor de su cintura.
Lo sentía tan dentro, tan profundo... Tan completo haciéndome arder.
— Córrete, Habibati, Córrete para mi — y dios, no puedo pensar en nada más.
Y cuando el orgasmo nos arrasó, gemimos alto y nuestros cuerpos cubiertos de sudor.
— Bahebik Habibati.
— También te amo Ghali.
Y soy la mujer más feliz en el maldito mundo ahora mismo.
|•|Habibati: Mi querida/mi amada (o)
Helwe: Hermosa.
Ghali: Mi tesoro.
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Habibati [SasuSaku]
FanfictionDonde Sakura está casada con Sasuke Uchiha, un jeque árabe