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ÉL SILENCIO INUNDO TODA LA HABITACIÓN provocando que sus oídos escucharán nada más que un zumbido irritante. Se revolco por toda su cama en busca de una posición cómoda en la que pudiera dormir, quedando acostada sobre su hombro derecho. Ya era de noche por lo que se veía obligada a conciliar el sueño a toda costa, debido a que mañana debía levantarse temprano. Y sin embargo, no era capaz de conciliar el sueño debido al insomnio. Nuevamente cambió de posición quedando sobre su espalda para simplemente mirar el techo.
Pensó en el día de mierda que tuvo que pasar. Recordó en como tuvo que pelear con su familia solo por estudiar algo que realmente le apasionada, y el como por eso ahora vivía en un departamento sola, pero cerca de su universidad.
-Maldita vida de mierda --escupió. Sus ojos se cerraron con esperanzas de poder finalmente descansar al menos por una hora.
En parte se sentía algo aliviada de saber que mañana podría ser un día mejor, o que al menos no sería tan malo como el de hoy. Sufría de insomnio por lo que resultaba realmente difícil el solo poder un par de minutos. Era bastantes común el encontrarse con ella cansada, con bolsas debajo de los ojos. La verdad ya llevaba demasiado tiempo sintiéndose cansada, tanto mental como físicamente. Por supuesto, esto fue notado por sus compañeros de clase los cuales preguntaban sin parar como se encontraba recibiendo como respuesta un "estoy bien" o un "no te preocupes".
Su cansancio se volvía peor. Sus ojos a duras penas podían mantenerse abiertos sin que sus párpados se cerrarán por su cuenta, su cuerpo estaba totalmente entumecido y, como si no fuera suficiente, sentía que todo el tiempo podía simplemente desmayarse. La verdad es que ya no creía que podía seguir más tiempo de pie.
TOC, TOC, TOC. Se reincorporó sobre la cama de un salto y giro su cabeza hacia donde provenia el golpear. Su sorpresa fue grande al encontrarse con su profesor agitando su mano a hacia los lados en modo de saludo a través de su ventana, seguido de apuntar hacia el seguro de la ventana. A decir verdad, ahora mismo no sentía de humor como para recibir o atender a visitantes. Sobre todo cuando se trataba de Satoru Gojō, su estrés personal.
