La historia de nuestro héroe comienza en Asgalord una bonita ciudad encima de un gran valle, esta ciudad era perteneciente al reino del hombre, ya que la tierra media estaba habitada por toda clase de razas: Elfos, Enanos, Licántropos ,Hadas ,etc....Nuestro héroe es un joven aprendiz de caballero, el cual entrena con su padre todos los días en el patio trasero de su casa a las afueras de Asgalord, a este joven se le conoce con el nombre de Roland y vive solo con su padre, el gran histórico caballero Runian, que derrotó al poderoso dragón Thonrur, que aterrorizó a todos los reinos de la tierra durante mucho tiempo, provocando muchas muertes e incendios, causante de la terrible muerte de la madre de Roland, Agnes, por tal hecho Runian enfurecido, buscó al dragón por toda la tierra media con el fin de matarlo, hasta que lo consiguió, pero eso es otra historia, así que volveremos a nuestro joven aprendiz.
Roland se encontraba en su habitación dormido, pero se despertó repentinamente por el portazo que dio su padre al abrir fuertemente la puerta con una gran sonrisa.
-Vamos mi pequeño camarada, hay que levantarse para continuar entrenando y llegar a ser tan grande como tu padre.- Se ríe a carcajadas.
Roland se rascó los ojos estaba adormilado y fruncía el ceño ante las palabras de su padre.
-Papá sabes que no me gusta que me llames así, ya soy mayor.- Dijo molesto.
Su padre y el se prepararían para entrenar, saldrían de la casa con sus armaduras y espadas. Runian llevaría puesta una gran y pesada armadura que su fornido cuerpo podía soportar hecha de acero puro y su gran espada de plata tan afilada capaz de cortar un árbol solo con un simple golpe, en cambio, Roland llevaría puesto un pequeño peto de cuero que parecía venirle muy pequeño y una larga y fina espada de acero oxidado.
Empezarían a entrenar, Runian empezaría a dirigir golpes hacia Roland, que los paraba como podía mientras que el acero de su espada se iba quebrando, cuando de repente con un ágil movimiento asestaría un golpe en la pierna de Runian, lo cual lo tumbaría por completo, Runian dado a su edad y su gran peso, con el cansancio por el esfuerzo puesto en el entrenamiento no podía levantarse lo cual beneficiaria a Roland que le pondría la punta de su espada sobre el cuello de su padre.
-Ríndete padre, por fin he logrado derrotarte.- Sonríe mirando a su padre en el suelo.
Runian empezaría a reírse mirando a su hijo, y con un rápido movimiento, Runian asestaría una patada a la pierna de Roland, que lo mandaría directamente al suelo, dado a la fuerza del golpe se le escaparía la espada de las manos a Roland, lo que aprovecharía Runian para que desde el suelo le pusiera el filo de su espada apuntando al cuello de Roland, este sin poder contraatacar ya que no tenia nada a su disposición.
-Me rindo ¡aaaggh!, me has vuelto a ganar.- Diría enfadado mientras jadeaba debido al cansancio.
Al terminar el entrenamiento se escucharía un grito que parecía de una mujer proveniente del pueblo. Al escuchar este grito, tanto hijo como padre, fueron corriendo hacia la ciudad, cuando llegaron a la puerta de la ciudad se quedaron impresionados ante tal crueldad ya que los gritos de la mujer eran debidos a que la ciudad estaba siendo atacada por orcos violentos que los estaban devastando todo a su paso.
Runian divisó al jefe de los orcos que se dirigía al palacio. Era Osgull, el devora hombres, un fornido orco con calaveras humanas y cadenas como cinturón de su pantalón hecho de piel de animales, con unas botas de acero y su afilada hacha con el mango hecho de huesos, con el filo cubierto de sangre y sus pútridos cabellos blancos sosteniendo una bandera verde con el escudo de los orcos manchada de sangre humana que ondeaba sin parar.
En un impulso de valentía, Runian avanza hacia el castillo abriéndose paso entre los cadáveres de los ciudadanos muertos y peleando con los orcos que le impedían el paso. Sin darse cuenta de que se dejo al pobre Roland solo ante tal baño de sangre, de repente un orco furioso con sed de sangre se pondría en frente de el, apunto de arrancarle la cabeza, aparece un caballero de la guardia real que se abalanzaba sobre el orco clavándole la espada en su espalda tatuada y mientras el ogro gritó de agonía y se arrancaba la espada de la espalda, el caballero manchado de sangre puso sus manos en los hombros de Roland.
-Huye, Asgalord está perdida, co....
De repente, el orco le clavó su espada al caballero, atravesándole la cabeza, la punta de la espada estaba manchada de sangre, se quedó en frente de Roland, y acto seguido, cogió el cuerpo ensangrentado del caballero y con sus propias manos lo partió por la mitad dejando ver todos sus órganos y sangre que salió despedida por el aire y que mancharon la cara y la ropa de Roland, en ese momento solo pudo reaccionar de una forma, salir corriendo, de tras de el le perseguía el orco manchado de la sangre del caballero, a Roland solo se le ocurrió correr hacia el castillo donde se encontraba su padre peleando contra Osgull.
La suerte estaba de parte de Roland, ya que el orco que le perseguía fue sorprendido por un grupo de caballeros, pero la suerte se le iba a acabar, ya que cuando llega a la puerta del palacio, vería a Osgull sosteniendo a Runian de los pelos, a lo que Roland corría sin parar de llorar hacia ellos.
-¡¡Suelta a mi padre orco de mierda!!.
Al oír esas palabras el Orco miró sonriendo a Roland y le corto la cabeza a Runian, el cuerpo degollado del caballero cayó inmediatamente al suelo por su peso, Roland al haber presenciado el degollamiento de su padre, se arrodillaría y empezaría a llorar desconsoladamente , el orco se ríe a carcajadas y lanza la cabeza de Runian a Roland, que la ve al instante, el orco comenzaría a caminar hacia el y le asesta un golpe que deja a Roland inconsciente.
Al día siguiente Roland despierta y ve que los orcos se han ido y se gira para ver el cuerpo degollado en el suelo, se da cuenta de que su padre llevaba un colgante en el bolsillo, Roland coge el colgante que tiene forma de corazón, es de oro y tiene las iniciales de sus padres, con lágrimas en los ojos Roland sale del castillo viendo un paisaje de gente muerta, casas quemadas, algunos orcos muertos, etc....Roland empezó a recordar la sonrisa de Osgull y la rabia se apodera de su cuerpo, fue recogiendo comida y suministros, llega a su casa donde agarró la antigua espada de su padre con la que empezó como caballero, una espada de acero élfico y un mango con la empuñadura con forma de dragón. Finalmente se dirige a la puerta de la ciudad y apretando su puño sosteniendo el colgante de su padre dice:
- Padre, juro por mi vida que te vengare a ti y a todos los habitantes de Asgalord.
Comienza a andar alejándose poco a poco de la ciudad en ruinas, y así nuestro héroe comienza su largo y peligroso viaje.
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El viaje del aprendiz
FantasyNarra la historia de un joven aprendiz de caballero que tendrá que emprender un largo viaje para acabar con el terrible rey de los orcos Osgull y cumplir el juramento que hizo.