Alivio

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Narra.Lian
Después de que Daymon se encerrara en su cuarto durante lo que quedaba de la noche, decidí ir a dormir y cuando desperté su cuarto estaba abierto y el se había ido, cuando regrese sólo seguí trabajando y llamando con la esperanza de que contestara alguna de mis llamadas, pero no fue así.

Me encontraba fuera con Richard y Edwin, ya habían pasado dos semanas desde que Daymon no contestaba mis llamadas, estaba preocupado.
Después de un rato de ir de un lugar a otro, mientras compraban yo me quedé esperando junto a la entrada y de pronto escuche que pedían ayuda , me acerqué y mire el cuerpo de alguien tirado, cuando me acerqué más me di cuenta que era Daymon, me acerqué y lo tome con delicadeza para después cargarlo y llevarlo a mi apartamento.

Narra.Daymon
Desperté en una cama grande con sábanas blancas, era una linda y cálida habitación, pero no tenía idea de como había llegado o que hacía ahí, hasta que la puerta se abrió y dejó ver un rostro conocido de cabello negro y ojos color miel.

—Como te sientes?—pregunto el pelinegro con preocupación

—Mejor... gracias—dijo cabizbajo el castaño

—Estaba muy preocupado—dijo el pelinegro mientras abrazaba al  castaño y colocaba su cabeza en el hombro del ya nombrado—Te fuiste sin avisar y no contestabas mis llamadas— decía mientras sus ojos se humedecían

—Lo... sien...to—dijo el castaño con dificultad mientras lloraba en el hombro del pelinegro

El cuarto se llenó de los sollozos del castaño y la voz del pelinegro que decía con voz suave "esta bien" "todo está bien ahora".

Narra.Lian
Después de calmar a Daymon, le prepare la bañera y algo de comer, cuando ya había terminado lo senté conmigo en el sofá y sólo me limite a abrazarlo y acariciar su cabeza.

—No...me o...di..as?—pregunto con la voz temblorosa con miedo al rechazo del pelinegro

—Realmente......no se porque debería odiarte, no se lo que ocurrió o porque te culpas de ello—el pelinegro iso una pausa y se aferró más al pequeño cuerpo en sus brazos—tampoco quiero saberlo y no quiero que sigas culpándote...yo solo quiero estar contigo, no me importa lo demás—Concluyo mientras se acercaba y dejaba un tierno y corto beso en los labios del castaño

Después de aquello el castaño de ojos grandes y azules se sintió aliviado y aquella carga por fin se había ido de su pecho, aunque aún sentía tristeza por la muerte de su hermana de aquel fatídico día hace tres meses atrás.

Amor DestinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora