No podría saber si era de día o de noche en esas cuatro paredes en donde no entraba ningún rayo de sol, pero su cuerpo de todas formas despertó, tal vez fue por el dolor que le hizo sentir el escritorio donde decidió descansar y refugiarse para no morir afuera.
Abrió los ojos encontrándose con lo mismo de ayer, un total desastre, el lugar que había elegido junto a sus compañeros era el edificio que en un pasado usaron para juntas de la Organización de las Naciones Unidas en su territorio, más especifico, una pequeña sala de reuniones, había hojas tiras por todas partes, las paredes manchadas de sangre y otros líquidos que no se tomaría la molestia de averiguar de que eran, había un regadero de objetos que sirvieron como decoración rotos en el suelo y uno que otro con el logo de la ONU. No había luz, hace meses que tienen que vivir solo con la luz del sol, y tenían que esconderse cuando esta desaparecía dando una noche muy estrellada, si no fuera por la situación, diría que era una hermosa vista, pero, ¿con quien podría disfrutarla?, el amor de su vida se fue y no sabe si podrá volver a verlo antes de morir. Se incorporo en su lugar quedando sentado en el escritorio mientras esperaba a que su mente despertara por completo, pensando en todo lo que perdió, pidiendo a los mil dioses, poder tener una oportunidad para regresar a los brazos del país que amó y siempre amará.
Se despego de su improvisada cama y se acerco a la puerta, la abrió con algo de dificultad sintiendo un poco de dolor en su mano, al momento de abrir sintió la luz del día golpear su cara haciendo que por reflejo cerrara los ojos, salió aun intentando acostumbrarse al nuevo día. Camino un rato viendo a su alrededor, solo había caos y soledad, sus hermanos deben estar vagando por el edificio como siempre.
Anduvo a paso lento por el lugar, llegando a un pasillo donde logro divisar a uno de los latinos hermanos, era Argentina, paso a su lado mirando como el chico estaba molesto, ni siquiera lo volteo a ver, tal vez su mal humor se debe a que llevan sin comer tres días, intentaron buscar algo de alimento por la zona, pero parece que todo se agoto, si no consiguen comida pronto, tendrán que evacuar y buscar otro lugar donde refugiarse.
Entre caminata y caminata, llego a la antigua sala de juntas, recordaba como se quejaba de esas reuniones, que más quisiera volver a ver esa sala llena de nuevo. Unos ligeros sollozos le llamaron, miro a su izquierda localizando a el chileno, el chico estaba en un asiento lamentándose con su cabeza baja, miro como en la silla había una bandera fácil de reconocer, "Alemania", sin duda, no era el único que sufría por amor.
Salió del lugar, sintiendo los rayos del sol golpear su cuerpo, más destrozos y soledad. Al inicio del apocalipsis, las cosas se miraban como una película de ciencia ficción, aquello que nunca creímos posible se hizo realidad en cuestión de días, todo era gris, sangre, basura, pertenencias dejadas atrás para poder irse lo más pronto posible a un lugar donde haya algo de esperanza para la vida humana; pero luego de que la ciudad fuera abandonada, los colores llegaron, la naturaleza devoro todo a su paso, tomando todo lo que en un inicio le perteneció, donde ahora los humanos eran los que sufrían de una extinción. No sabe si todo el mundo volvió a ser de la madre naturaleza, no sabe si el amor de su vida murió o sobrevivió, ya no sabe que fue de los demás países, pero aun había un poco de esperanza en lo más profundo de su corazón.
Comenzó a caminar tratando de despejar su mente y recuperar algo de cordura, es necesario si quiere vivir un poco más. Anduvo por las calles desoladas, entre las plantas, la basura y algunos escombros, aun se podían ver cadáveres de aquellos pobres que no lograron irse y sobrevivir, respiró profundo y miró hacia delante, tiene que seguir, solo espera que la gente fallecida pueda tener un descanso en paz ahora.
Pensando en el tiempo que pasó, aun recuerda su vida pasada, antes que todo esto ocurriera, aun recuerda a su pareja aun lado de él, comiendo un helado, en una caminata, en un cine, en una salida a un restaurante, en las juntas de ONU, paseando por el parque, tirados en el pasto, jugando videojuegos, cocinando los dos, acostados, mirándose a los ojos, prometiendo una vida por delante. Tan pronto esos recuerdos llegaron, sus lagrimas también, hasta el día de hoy sigue manteniendo su promesa de amarlo por toda la eternidad.
ESTÁS LEYENDO
El amor de mi segunda vida.- CountryHumans.
FanfictionSolo una oportunidad más, solo eso tenían, poder salvarlos o dejar el mundo como esta...Pero ¿Cómo dejarlo? ahí afuera estaba él, era su media naranja, el amor de su vida, el actor de sus más bellos sueños, la razón de su existir, no podría dejarlo...