Los pasillos son oscuros y la sala está vacía, telarañas y polvo, recuerdos en cada esquina, ecos del pasado y colillas en el cenicero, aunque a veces juro escucharte en la cocina.
Casa vieja
Los pasillos son oscuros y la sala está vacía, telarañas y polvo, recuerdos en cada esquina, ecos del pasado y colillas en el cenicero, aunque a veces juro escucharte en la cocina.