Mi Mundo Onírico

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Quizá no sea el texto más enriquecedor, pero probablemente sea la mejor forma de que me conozcas.

Mi nombre es irrelevante, mi seudónimo es una larga historia de falsos nombres resultados del original, pero para conocer a alguien no es necesaria esa información, para hacerlo creo que lo mejor seria que hables con mi subconsciente, ya que el me conoce mejor, así que...

Bienvenidos a mi Mundo ONIRICO.

Soy un chico casual, mayor de edad, con problemas por aquí y por allá, finjo desinterés en muchas cosas, ya que me considero pesimista, no espero hacer mucho, aunque desearía hacerlo.

No me considero alguien con muchos miedos, aunque más de un susto me he llevado por varios motivos y no me asumo del todo miedoso hacia ellos… excepto por una cosa, la muerte.

Para el momento en que redacto esto, varias veces la idea de morir a rondado por mi cabeza rebotando en cada parte de mi mente, pero no la idea de matarme yo, que no niego alguna vez me torturo, si no, las diversas formas en las que podría morir, hoy, mañana, cuando termine de escribir o cuando termines de leer.

La muerte es un concepto que me abruma en general, no saber cuándo, como, donde y que tanto voy a sufrir en el proceso, es algo complicado de llevar, sin embargo, tengo algo que me pesa y esto es, el pensar en todas las cosas que no podre hacer, por cobarde, por flojo, por inepto o simplemente porque mis recursos no me lo permitan.

Ahí entra mi mente, cuando no la ocupo en nada, inclusive al hacerlo, solo pienso en lo peor, no me considero deprimido ya que a diferencia de algunos, no espero que pase, pero saber que pasara es horrible, así que, como “mecanismo de defensa”, diseñe un mundo perfecto, donde todo es lo que a mi me gustaría y cuando algo sale mal, se reinicia.

Para entenderme vayamos al inicio y perdona si en todo ello, la realidad se difumina con lo que escribo, se consiente que mis recuerdos vienen y van, atesóralos como parte de esto.

La presión del mundo varia, por momentos es nula y por momentos abrumadora.

La mayoría considera la casa del abuelo o abuela, el mejor lugar para estar, para mí no fue así, lo admito ahí no me faltaba lo económico, pero definitivamente no era feliz y el crecer en un lugar donde la presión física y psicológica era el pan de todos los días me llevo a necesitar de ese mundo para sobrevivir, realmente desconozco lo que habría pasado conmigo de no hacerlo, fue una forma de sobrellevar la realidad.

A él, iba cada que los pensamientos me abrumaban, por consiguiente, la mayor parte del tiempo estaba ahí, aún jugando, leyendo o escribiendo, quizás el único lugar donde no lo necesite, fue en la escuela, donde la presión que sentía era casi inexistente y quizás algunos de mis buenos momentos fueron ahí, no los mejores, eso se los llevan los paseos de fin de semana, que cada que la economía se lo permitía, mi mamá buscaba disfrutara.

Como cualquier niño fantaseaba con monstruos aquí y allá, y creo la vida me hizo madurar muy rápido y mis fantasía se volvieron una versión alterna mía, donde hacia todo lo que en la realidad no me atrevía o podía hacer, ahí fue donde mis pensamientos, quizás los más negativos empezaron a surgir, no era nada que yo no supiera manejar, pero a mayor intensidad, más fuerza tenía que poner y mi mente se dio cuenta de ello.

Todo inicio cuando empecé a soñar despierto, no distinguía la realidad de la ficción algo realmente peligroso si lo piensan a detalle y me pregunto si mis amigas las hadas, recuerdan esos tiempos.

Cuando aprendí a manejarlo, me di cuenta de que soñar despierto era un gran recurso para manejar los pensamientos negativos que me molestaban, en ese punto, empecé diferenciando la fantasía de la realidad, con la suficiente conciencia para seguir funcionando, pero realmente no estaba ahí.

De un momento a otro, me di cuenta de que era capaz de controlarlos, por lo que me permitía disfrutar de las historias que yo quisiera, algo que no solo aumento mi felicidad, si no que me permitió sentir que realmente era yo el de esas historias.

El paso de sueños a pensamientos y la evolución de estos, me llevo a crear una segunda vida, otra donde todo era perfecto, si algo no me gustaba, cambiaba el argumento y todo estaría bien.

Recuerdan lo que comenté al inicio, bueno, mis pensamientos abrumadores, aqui se volvieron una pesadilla, constantemente si mi mente no se entretenía, llegaban, las visualizaciones de varias muertes por diversos motivos y mis sueños se volvieron algo más intensos, al punto donde inclusive dentro de estos, no solo distorsionaba mis actos o situaciones, mi personalidad dentro, empezó a mutar.

Me mudé, cambie casa, familia, conocidos y amigos, la presión física desapareció, pero la psicológica cambio su motivo, era un pez al que cambiaron de pecera y mis nuevas libertades, me permitieron desarrollarme tranquilamente, empecé a disfrutar de la fantasía que venden las historias de ficción y ahí una parte de mi subconsciente, retrocedió y encontró una forma más eficiente para lidiar con lo malo.

Ahora, mis sueños, volvieron a la fantasía activa, venciendo monstruos, viajando por el espacio, siendo un rey, o super poderoso, extraño para mi edad, pero eficiente para una mente a la que le aterra desocuparse, el problema fue cuando aun así se desocupaba, quizás no era lo suficientemente creativo para hacer buenas historias, mi mente se aburria y regresaba lo malo.

Como reacciono mi mente, pues ahora no lo controlo, mi mente esta en blanco, casi todo el tiempo, digamos que piensa en no pensar para evitar realmente no hacerlo, ¿en que afecto? En que ahora tampoco puedo controlar en qué momento surgen los sueños, puedo provocarlos, pero también como al principio, surgía de la nada, aunque la experiencia me permite saber diferenciarlos, y eso definitivamente hacen la diferencia.

Escribo esto, porque en reciente fechas quizás motivado por la situación mundial actual, ni siquiera esto me permite sobrellevar lo negativo, porque a pesar de todo, inclusive en mis mejores creaciones muero, una y otra vez.

Esta es mi forma de desahogar algo que desde bastante tiempo llevo, que quizás no sea necesario, pero puede servirme, para ello, te te confieso que tengo miedo.

Miedo a que llegue el momento en que lo negativo vuelva a superar a mi mente como en el pasado, pero que a diferencia de este, no logre lidiar con él, si inclusive en los pensamientos autoinducidos muero, cuando yo lo controlo todo, pierdo el control.

Es como un videojuego, cuando logro avanzar el enemigo se hace más fuerte, pero... y si a diferencia ellos, mi enemigo no tiene límite y si eventualmente volverá a superarme, tengo miedo, de no saber cuando y como moriré, en la realidad y en mi mundo onírico.

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⏰ Última actualización: Nov 21, 2020 ⏰

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