Cuando todo comenzó

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-Desde que tengo 7 años he pasado mis vacaciones de enero en Mendoza, en un pueblo muy cercano a la Cordillera de los Andes, tan cercano que tenía las montañas con solo mirar por la ventana y también muy lejano a la civilización por esos motivos.

-Un día le dije a mi madre que iba a pasear porque me estaba aburriendo y ella siempre me decía que vuelta antes de que oscurezca porque el pueblo desaparecía y no iba a poder volver hasta el siguiente día.

-Nunca le creí sobre que el pueblo desaparece pero siempre volvía antes de que oscureciera, hasta esa noche...

-Tenía 14 años cuando ocurrió, Salí a pasear como siempre, pero una tormenta me sorprendió viniendo de lo alto de la montaña, intente volver de nuevo al pueblo pero el fuerte viento me lo impedía, como veía que no podía volver, busque refugio entre unos árboles caídos para apantallar el fuerte viento.

-Era casi imposible soportar el frio viento proveniente de las montañas e hice lo posible para soportarlo, pero no dio resultado, al pasar el tiempo, mi cuerpo se comenzaba a sentir cansado y pesado, me dolían las articulaciones y no dejaba de tiritar, no pude soportarlo más y termine tumbado sobre la nieve, a punto de dormirme, esperando a mi muerte y de repente.... Negro.

-Sentía a lo lejos una voz el cual se iba acercando hasta llegar hasta mis oídos mientras estaba sumergido en esa profunda oscuridad.

-Me decía: "hey... hey... ¿estás bien?", abriendo los ojos muy lentamente pude ver a una chica como de mi edad, con un cabello tan blanco como la nieve aunque parecía que brillaba por momentos y un par de hermosos ojos celestes que me miraban con preocupación, intente levantarme pero mi cuerpo no respondía de lo entumido que estaba, pero a duras penas podía mantenerme consiente.

-Ella me ayudo a levantarme apoyándome sobre el tronco de un árbol, al poder pararme pude contemplarla mejor, era ligeramente más baja que yo y su cabello le llegaba hasta la cintura, tenía unas orejeras de color blanco que casi se le camuflaban con cabello pero con la única diferencia de que tenia una cinta de color rosa cocida alrededor.

-Al recomponerme le respondí: "sí, estoy bien... gracias" lo último lo dije con un rubor en mis mejillas, mayormente por el frio y algo de vergüenza por mostrar una faceta peculiar mía.

-Al salir del aturdimiento y al poder comenzar a inspeccionar en donde me encontraba, me di cuenta que estábamos rodeados por nieve, estilo un iglú pero sin puerta y parecía que la nieve brillaba, no... parecía que ella brillaba con una luz tenue, como algo espectral, la cual era reflejada en la nieve.

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2020 ⏰

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Mi Amistad con un Espíritu de NieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora