Sistema Lei Feng

Capítulo 67

Mientras hablaban, varios niños se acercaron con antorchas, uno de ellos era bastante delgado, parecía del mismo tamaño que Lei Chen, con la piel seca y cetrina. Saludó respetuosamente a Wang Fang y subió sin ayuda, como un pequeño mono.

"Esta es Mi Liang, no mires su baja estatura, este año tiene siete años y acaba de ingresar al primer grado de la escuela primaria. Si no tienes suficiente comida, los niños no crecerán ..." Parecía que esto era inútil, y Wang Fang se quedó en silencio.

Qu Jing también se quedó en silencio. Después de un rato, le dio unas palmaditas en la cabeza a Lei Chen y en broma dijo: "Mira a Xiaochen, ¡qué capaces son las personas, todavía tienes al hermano Xiaoyu de vuelta!"

Los ojos de Lei Chen se abrieron de par en par, viendo a los niños gatear uno por uno, y siendo estimulado por el abuelo Qu, inmediatamente se giró para levantarse del suelo. Han Zhuoyu también estaba avergonzado, nunca supo que era tan inútil, ni siquiera un niño de siete u ocho años.

"¡Oh, ten cuidado, no seas agresivo!" Al ver que los dos niños estaban a punto de subir, Wang Fang rápidamente se acercó para ayudar.

La roca estaba resbaladiza, pero Qu Jing y Wang Fang empujaban debajo, y algunos niños estaban ayudando a levantarla. Los dos finalmente subieron, frotándose mucho lodo en sus rodillas y codos, pareciendo avergonzados.

[Anfitrión, no me di cuenta hasta hoy de que no había entrenado lo suficiente para ti. ] 9527 está avergonzado.

Han Zhuoyu estaba aún más avergonzado.

En el siguiente camino, Lei Chen dijo que no necesitaba llevar nada en la espalda. Caminaron del brazo y finalmente llegaron a la escuela primaria del municipio de Tongyuan después de caminar durante dos horas. Se dice que es una escuela primaria, pero en realidad son solo dos casas particulares, con un espacio abierto cementado en el medio, formando una "I". Un asta de bandera estaba en medio del espacio abierto, y una bandera nacional roja brillante ondeaba en la parte superior.

"Esta es nuestra escuela. Las condiciones son relativamente simples". Wang Fang respiró hondo y descargó la pesada bolsa. Han Zhuoyu puso el bolsillo de piel de serpiente en su mano en el suelo y miró a su alrededor.

"Relativamente simple" es solo un eufemismo. De hecho, las dos casas están en ruinas y las ventanas de vidrio están básicamente rotas. Dos capas están pegadas con periódicos viejos amarillentos y el viento zumba. Solo hay cuatro aulas, pero tienen que acomodar a más de doscientas personas. Los niños de diferentes grados deben apretujarse en un aula. Si no hay espacio para la oficina de un maestro, la pocilga original solo se puede transformar en un cobertizo. Aunque no hay un olor peculiar hace mucho tiempo, el comedero colocado en la esquina sigue siendo muy extraño.

Qujing sabía que la gente de las zonas montañosas vivía mucho, pero no sabía que el resultado eran las dificultades.

Cuando los niños estaban estudiando por la mañana, llevó a Han Zhuoyu y Lei Chen afuera por un tiempo, y sus ojos estaban húmedos.

Los pupitres del salón de clases son muy viejos y algunos tienen piernas y pies de diferente longitud. El primer y sexto grado tienen clases juntas, cada una dividida en dos grupos. Cuando la maestra enseña en primer grado, los niños de sexto grado hacen sus tareas en silencio y viceversa. Había una caja de tiza en el podio, que contenía solo unos pocos centímetros de tiza, e incluso un trozo de barro o dos. Los lápices en las manos de los niños eran demasiado difíciles para sostenerlos antes de que estuvieran dispuestos a tirarlos. El anverso y el reverso del libro de ejercicios estaban llenos de palabras, y algunos estaban escritos en el sobre amarillo.

Este es simplemente otro mundo.

Al mediodía, una maestra tocó la campana de la vaca que colgaba debajo del alero, y los niños, uno tras otro, salieron del aula, recogieron la leña apilada en el borde del espacio abierto y encontraron una estufa de piedra para cocinar.