Dimensions

~2~

Nos quedamos en donde los dos iguales discutían y chocaban erizando cada vez más sus púas pero el golpe de una puerta abriéndose los detuvo. De ella salió la mismísima eriza rosa, cansada de los tantos gritos que los dos erizos azules hacían. Tails vio una oportunidad de que su pelea no llegara a mayores y junto con Cream le suplicó que los calmara, era la única que podía. Curioso no?

Aceptando de inmediato llamó más la atención hacia los Sonic's, más el del pañuelo marrón quien sus ojos se dilataron al ver a la niña de rojo. Y dándole uso a su nombre, corrió hacia ella deprisa y la envolvió en sus brazos alzándola hacia arriba.

Y con un grito casi de fangirl grito aún más "No puede ser! ES HERMOSA!!" La tomó entre sus brazos y la levantó al aire con facilidad "eres tan chiquita y tan bonita!" Amy casi no podía reaccionar, mucho menos los pequeños presentes. Las mejillas de melocotón claro se intensificaron a un rojo vivo.

"S-Sonic... p-por favor bájame" tartamudeo la chica de rojo al Sonic de brazos azules. Este, sin dudar, accedió a la petición de la pequeña y la bajo con cuidado. "O-ok... esto es raro" miró de arriba hacia abajo al erizo que tenía al frente. Era exactamente como su Sonic, solo que este era más alto y tenía los brazos azules. Cascareo la garganta, intentando evitar perderse en lo que tiene adelante mientras aparta la mirada hacia Tails "eh... Tails? Podemos empezar con lo de construir alguna cosa que lleve a estos dos a donde pertenecen? Digo, no es que me queje de tener a más de un Sonic.." una mirada nerviosa destello en ella, dándole más que palabras al zorro de dos colas.

"Si si, ya entendí" se ajustó sus guantes "yo me encargo, mientras tú y Knuckles se quedan a vigilar a estos dos" camino hacia la puesta que conducía al garaje "y ustedes dos!" Señaló a los azules "no toquen nada" entrecerró los ojos, fulminante, y se fue.

Amy se quedó mirando la puerta en la que entró Tails por unos segundos, con la mente llena de preocupación por su único Sonic quien aún seguía postrado en cama. Un alón de su vestido la despertó de su trance, miró hacia abajo y encontró al mini Sonic con una cara llena de ternura y confusión.

"Pasó algo aquí... verdad?" La miró fijamente a los ojos, mirando con extremado detalle los movimientos de la eriza al frente. Aunque no noto que casi le da un ataque al corazón con solo mirar su esplendorosa cara.

"Todo está bien!" Casi gritó con nerviosismo.

"Señorita Amy, él estará bien, no te preocupes" se acercó Cream junto a su chao Cheese, su voz casi blanqueo del susto a los presentes. Se olvidaron de su mera existencia.

***

"Esta es la situación" comentó Knuckles hacia los dos erizos azules "tuvimos una batalla con Eggman en plena tormenta eléctrica, el gordo bigotudo le disparó con un rayo no sé qué y hizo BUM!" Exaltó lo último. "Le dio al idiota ese y aparecieron ustedes"

"Por que eres tan bajito?" Se rió el erizo del pañuelo, obviamente no poniendo atención a lo que están hablando "también suenas menos estupido, en realidad eres el Kuckles de este mundo?" Salto de prisa antes de que el puño del rojo le impactará "jajajaja que lento eres"

"CÁLLATE! tú pedazo de.......!" Se detuvo cerrando los ojos con fuerza, respiro hondo y siguió hablando "como sea, se quedarán aquí por un tiempo hasta que Tails haga lo suyo" finalizó, dejando casi boquiabierto al erizo del pañuelo, sin duda, un Knuckles diferente al de su mundo.

"Y donde nos quedaremos?" Preguntó el mayor, luego de quitarse de su trance "por lo que vi, aquí no hay espacio para nadie" dijo explícitamente refiriéndose al taller.

"Nos pusimos de acuerdo que será en mi casa, entre los del grupo, mi casa es la más grande" sonrió nerviosa, estaba tratando de dejar un poco a Sonic de lado para hacer su vida pero ahora tendiendo tres en su propia casa la pondrían loca. Su mente le dio una estocada helada, recordando lo estupida que fue al proponerle a Sonic que se quedara a vivir en su casa, en que estaba pensando? Eso era muy contradictorio a lo que le prometió a Rouge hacer con Sonic. Según ella, hacerse la indiferente hacía que se acercará más, cosa que resultó demasiado rápido para Amy. En tan solo una semana, el erizo llegó a su casa, le pidió que salieran un día juntos con el pretexto de que estaba pagando las citas que antes había dejado plantada a la rosada o solo simple aburrimiento.

"Amy... estas poniendo una cara muy rara" el pequeño azul habló sentándose en las piernas de Rose.

"Aprovechador" el de brazos azules le lanzó una mirada asesina al pequeño a lo que este le responde sacándole la lengua.

Quitando de lado la estocada mirada del erizo mayor, el Sonic clásico analizó un poco para entonces tocar el hombro de la eriza rosa. "Amy... donde esta el Sonic de esta dimensión?" Pregunto confundido, conociéndose bien, hace rato debería estar despierto quejándose de que no lo dejaban salir porque estaba herido o algo por el estilo.

"Él está en cama ahora" respondió Knuckles con seriedad, muy poco común en el "su salud esta bien, solo se encuentra cansado"

"Ese golpe debió ser duro"

"Y si que lo fue" una nueva voz apareció, todos miraron hacia el pasillo que conducía hacia las habitaciones encontrándose nada más y nada menos que el Sonic original. Amy y Knuckles se levantaron con prisa hacia el (Amy llevándose al clásico en brazos, abrazándolo como peluche)
"SONIC!" Gritaron los dos amigos con sincronización.

"Pero que mierda haces levantado? Estás herido! Donde esta Silver y Blaze?" Se apresuró a gritar el el equidna rojo tomándolo de las orejas.

"Aw ahhh! para duele idiota!" Trato de sacarse de su agarre "Silver y Blaze están en la habita..." no pudo continuar porque los gritos de Silver lo interrumpieron.

"Waaaaaaaaa Amy! Sabes lo que Sonic me hizo?!" Llegó corriendo con una cara precisamente de espanto "casi me clava una jeringa en la cara!" Señaló la parte izquierda de su rostro, una línea fina de sangre goteaba lentamente de su mejilla.

"Me da miedo las agujas...."

"Jajaja bueno! Así termina este capítulo, nos vemos!"

"Ammmm Sonic? A quien le hablas?" Amy miró con un poco de terror al erizo del pañuelo que despedía con la mando hacia la nada.