Palabras: 2022
Donde Bakugo comienza a replantearse la idea de sí jugarle una broma pesada a Kirishima es buena idea.
Dientes torcidos | Parte única
Bakugo Katsuki ya se estaba arrepintiendo de haber aceptado aquella oferta tan cruel y banal. Desde que estacionó la camioneta de su padre al lado de aquel matorral, fingiendo que el automóvil se sobrecalentaba y que debía hacer paradas continúas, ya se estaba sintiendo como una mierda andante... Mucho más de lo que era, y eso que Bakugo era una gran mierda de persona.
Solía ser explosivo, y su léxico parecía basarse únicamente en groserías y malas palabras, además de uno que otro apodo ingenioso que se le ocurría.
Pero incluso esta mierda era demasiado para él.
Kirishima, el chico gay de la escuela, estaba sentado en el asiento del copiloto, con la cabeza gacha y los dedos jugando entre sí signo de su propio nerviosismo.
Bakugo también estaba nervioso. Y los cabellos de la nuca se le crisparon cuando Kirishima se mostró alerta cuando aterrizó el auto en medio de la oscuridad. Bakugo tuvo que decirle que no le haría nada, que él no era esa clase de chico aprovechado y después de varios minutos Kirishima pareció calmarse.
Sin embargo, Bakugo sabía de antemano que lo peor estaba por venir en unos minutos: que sus amigos se aparecerían para jugarle un montón de bromas pesadas a Kirishima.
En su momento, a Bakugo también le parecieron graciosas e incluso dio un par de ideas que fueron aprobadas por todos sus compinches. Pero ahora, con Kirishima al lado, no estaba seguro de querer seguir adelante con lo planeado.
Incluso si se encontraba molesto por la broma hacia él —el ser escogido como rey del baile sólo había sido cosa de los imbéciles de Sero y Denki; y el que Kirishima fuese "la reina" del baile había sido obra de ese par de idiotas también—, Bakugo sabía que su ira no podía ser descargada contra Kirishima, quien al final de cuentas había sido otra víctima como él.
Siempre había creído que era extraño, luciendo faldas, aretes y uñas decoradas. Incluso esa noche Kirishima lucía un vestido azul que dejaba al descubierto sus anchos hombros, uno de ellos con tatuajes tribales.
El chico lucía tan... indefenso y particular.
Y Bakugo no pudo evitar pensar en que aunque Kirishima fuese un chico, el vestido le sentaba bien... ¡¿Pero qué mier....?!
—Mi mamá hizo este vestido para mí —dijo Kirishima, de repente.
Su voz apenas se había escuchado, pareciendo un sonido melifluo, y Bakugo tuvo que aguzar su oído para no preguntar qué había dicho.
—Es muy lindo —musitó Bakugo. Aunque no pudiese aceptarlo, debía admitir —aunque sea para sus adentros—, que el vestido era bastante bonito y lujoso.
Escuchó, durante el baile, a Mina hablar sobre lo presumido que era Kirishima sobre su vestido. Que era un maldito desviado que no lucía bien con la ropa de chica, que él nunca sería una chica y que dejara esas ideas tan estúpidas de lado y que se dedicara a ser "un hombre de verdad".
Y por alguna razón el recordar aquellas palabras le hicieron hervir la sangre a Bakugo Katsuki.
—¿De verdad? —Kirishima preguntó, las comisuras de sus labios de oreja a oreja.
Kirishima tenía los dientes tan torcidos que estos daban el aspecto de "colmillos", sin embargo su sonrisa, adornada encima con ligas y brackets rojos, le resultaba tan tierna como un cachorrito recién nacido.
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Dientes torcidos | Bakushima/Kiribaku| ONE SHOT
FanfictionBakugo lleva a Kirishima al matorral para esperar a sus amigos y hacerle bromas pesadas. Pero al ver esos dientes torcidos, comienza arrepentirse.