-obligatorio escuchar la canción-
Soñé un verano que se hiciera eterno desde el momento en que vi tu mirada me derretiste con esa mirada
Gris, desde ese día su color favorito era el gris. Nunca pensó que un color tan aburrido y triste como el gris luciera tan hermoso, pero sin embargo no podía pensar en otro color que no fuera ese. Los ojos grises de Draco Malfoy sin duda era por mucho los ojos más hermosos que había visto en su vida, su mirada era simplemente indescriptible como el sentimiento que está la hacía sentir, era como el fuego lo derretía aunque su expresión fuera fría como el invierno.
21 junio sin duda una fecha que para siempre iba a recordar, no solamente era el primer día del verano si no que también es el primer día que lo vio a él, en una cafetería popular de Londres. Con ese traje que resaltaba su linda figura y una corbata gris que resaltaba sus ojos. Estaba sentado en la mesa de a lado, me arme de valor que no sabía que tenía y le hablé.
- Hola- dije nervioso el solo me miró y me sonrió, eso me incitó a sentarme en frente de él.
- Hola- por primera vez habló el rubio con su melodiosa voz tenía un tono elegante y un acento que no supo reconocer pero que le gustaba.
- Soy Harry Potter, ¿No eres de aquí o si?- le extendí mi mano el la miro y después de unos segundos la tomo.
- Draco Malfoy, soy de Francia mi familia se mudó a Londres por negocios de mi padre - entre mas hablaba el rubio mas lindo se veía su expresión fría con cada palabra cambiaba a una sonrisa.
- Oh, en ese caso bienvenido a Inglaterra.
- ¿y haces esto siempre? - pregunto el rubio confundiendo al ojiverde.
- ¿Hacer que?, no entiendo.
- Ya sabes, venir a esta cafetería buscar extraños, hablarles con esa linda sonrisa y coquetearles - el rubio le dio un sorbo a su té y el moreno solo se rió.
- ¿Que?, yo no estoy coqueteando contigo, solo estoy siendo amable.
- Si claro, y todo eso del "bienvenido a Inglaterra" y "Hola" aunque nunca hemos hablado que fue. - El rubio solo miro al azabache esperando su respuesta, no era tonto sabía que los británicos acostumbraban a coquetear con los extranjeros para tener una aventura y no verlos nunca más. No se iba a dejar engañar por una sonrisa coqueta y unos ojos bonitos.
- Bueno, admito qué tal vez estaba coqueteando un poco contigo, pero si te molesta me detengo - confesó al rubio no tenía caso mentirle aunque apenas lo conoció el chico tenía la capacidad de leerlo como si fuera un libro abierto - pero sin duda eres el primero con quien lo hago, créeme normalmente no soy así, veo una chica o chico lindo y me trabo empiezo a tartamudear o decir estupideces.
- Entonces, ¿porque esta vez es diferente?- valla que a Draco le gustaba hacer preguntas difíciles, pero no se iba a intimidar por el chico.
- Tal vez porque tú eres diferente- Merlin sonó tan cursi, no culpaba al rubio por reírse.
- Dios, te doy crédito fue una buena repuesta pero que cursi sonó Potter.
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