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Llegamos al piso. El hombre que conducía salió para recoger mis cosas y llevarlas arriba. Le interrumpí y dije que yo lo llevaría, que no se preocupase. Después de todo tan sólo tenía una mochila.

Me acompañó aun así arriba. Era callado, durante todo el camino no dijo ni una sola palabra. Fue entonces, mientras subíamos en ascensor cuando se me ocurrió preguntarle cómo se llamaba el grupo. Empecé a sentirme inseguro, ya que no sabía nada de ellos, y de la nada iba a aparecer en su casa. No sabía como iniciar la conversación, así que me puse tenso, mientras trataba de decirlo.

Llegamos al piso y salimos del ascensor, y nos detuvimos ante una puerta, y tocó. Fue entonces cuando le pregunté rápida y tímidamente.

-E-eh! Disculpa, pero cómo se llama el grupo???- Me miró con indiferencia, pero sonrió. Se abrió la puerta y justo él dijo:

-Stray Kids.

-¿Eh?- Dijo el chico que acababa de abrir la puerta.

Tenía el pelo tintado de rojo por arriba, y unos hoyuelitos que se le hicieron cuando sonrió. Era alto, aunque bueno, para mí cualquier persona lo era. Tenía los hombros anchos y se veía bastante musculado. Iba vestido todo de negro, con un pantalón deportivo negro,  una camiseta de tirantes, y una cadena negra de collar. Era extraño, ya que se veía algo arreglado e informal al mismo tiempo. Lo primero que pensé al verle es que se veía algo así como un dios.

Me quedé mirando a aquel chico, cuando me di cuenta que el conductor ya se había ido, y yo estaba ahí, de pie, pasmado admirando lo lindo que se veía aquella persona.

-¡Perdón! Soy John, soy nuevo por aquí..., esto, eh, me dijeron que yo, o sea, debería estar... eh, ¡lo siento!

Fui a darme la vuelta, no podía creer lo que estaba diciendo, me sentí súper estúpido, apenas me salía el coreano, y estaba muy nervioso, pensando cómo mierdas me acababa de meter en ese lío en cuestión de horas. Me sentía súper tenso, pero fue entonces cuando empezó a reír algo tímidamente, y me dio la bienvenida, haciéndome así entrar al piso.

Entré. Parecía bastante grande y espaciado, pero sobre todo acogedor. Había bastante silencio. Estaban las ventanas abiertas y entraba muchísima luz en el piso, cosa que me hacía sentir más relajado y cómodo.

-Por aquí puedes instalarte. Perdón por el desorden, sabíamos que alguien vendría, pero no sabíamos cuando, y justo ayer nos llegó la noticia, pero ya habíamos vaciado la habitación para la ocasión. El resto del grupo no estaban en casa, pero vienen de camino, y... bueno, Félix sí está, pero está durmiendo.- dijo esto mientras se dirigía a una puerta que había situada en un pequeño pero ancho pasillo.

-Muchas gracias por todo, a decir verdad a mí también me viene todo de sorpresa... y bueno, soy John, no estoy segura de si os habían dicho, a mí no me dijeron nada y... bueno- dios, estaba siendo un desastre al explicarme, pero no sabía cómo decirle que aunque fuese famoso, yo no sabía su nombre, y que apenas unos minutos atrás me acababa de enterar de cómo se llamaba el grupo.

-Ohh, ya veo, perdona, me llamo Chris, también puedes llamarme Bang Chan, o tan sólo Chan. Siéntete cómodo de llamarme como prefieras- dijo y abrió la puerta de lo que ahora sería mi habitación.

Podía notar que él también estaba nervioso, o que era algo tímido, pero me pareció bastante amable y adorable. Empecé a pensar cómo sería el resto de integrantes del grupo.

Entré  la habitación, era bastante acogedora, no demasiado grande, pero suficiente incluso para 2 personas. Saqué las pocas cosas de mi mochila. En el cuarto había una ventana, dos camas, dos armarios, una alfombra, unas mesitas, y poco más.

-Eh, perdona por eso, hay dos camas, pero no te preocupes, uno de nosotros dormirá en otro lugar, así que puedes sentirte tranquilo, puedes tener esta habitación para ti. -dijo Chris mientras sonreía vergonzosamente y acariciaba su pelo.

-No te preocupes, si alguien debe compartir cuarto conmigo no me preocupa, pero claro, aún no os conozco demasiado, así que antes preferiría conoceros un poco... sino no me puedo sentir seguro... ¡Pero prefiero que alguien comparta cuarto conmigo! No puedo estar yo solo en una habitación mientras sé que otro de vosotros no estará descansando debidamente, además, no me gusta estar solo... y menos aún por la noche...

Sentí mucha vergüenza al decirlo, pero realmente me asustaba la noche, además de que no quería que por mi culpa uno de ellos no tuviese su propio cuarto... No sería justo.

-Bueno... Realmente sólo hay 4 habitaciones en este piso... Una es más grande, así que caben más camas, pero el techo es demasiado bajo como para poner literas. Normalmente tenemos un cuarto cada uno, pero de vez en cuando nos vamos cambiando. En realidad Félix suele dormir en la misma habitación que Changbin, Minho suele dormir con Jisung, Hyunjin con Jeongin y yo suelo dormir con Seungmin. Pero bueno, ahora que tú estarás, como la habitación de Jeongin y Hyunjin es más grande, Seungmin dormirá ahí también, y yo dormiré en el sofá, no te preocupes.

-... Sigue sin parecerme bien que duermas ahí...-dije, y Chris se puso algo tímido, y rascó su nuca mientras trataba de cambiar la conversación.

-Eh... vayamos al salón, ¿quieres comer algo?? Debes estar hambriento.

Justo recordé que no había desayunado, y mi barriga empezó a gruir. Asentí con la cabeza y fui detrás de él. Llegamos a la cocina y me dio unos donuts. La cocina era grande, con una larga encimera. Habían tres neveras, cada una más grande que la anterior.

Después de desayunar me mostró el piso. No era mucho más que las habitaciones, la sala en común, la cocina y los aseos. Habían 2 aseos. Uno de ellos era un váter, un lavabo y una bañera. El otro sin embargo era bastante espaciado, tenía váter también, un lavabo bastante grande con 4 grifos, y  tenía 4 duchas también, separadas cada una de ellas con mamparas.

Tras acabar la guía por la casa fuimos al salón y empezamos a hablar, empezó a contarme sobre él, sobre que es Australiano, y empecé a sentirme menos extraño, y menos extranjero. Le conté sobre mi vida, sobre todo lo que me había ocurrido esta semana, mi gran tragedia, mi gran cambio, y cómo acabé ahí. Sintió compasión por mí, pero no parecía que sintiese pena, y eso me hizo sentir a gusto. Creamos un ambiente relajado, empecé a sentirme bien, había buen feeling. Seguimos hablando e intimamos bastante, cuando nos quedamos en un rotundo silencio.

No podía decir nada, tan sólo me quedé mirándole a los ojos, mientras él tampoco separaba su mirada de mí. No se sentía nada tensa la situación, más bien me alteraba, porque lo sentía cerca, y poco a poco, sin quererlo, mi cuerpo se iba acercando más a él, y el suyo se acercaba más al mío. Estábamos a menos de un palmo de separación, puse mi mano en su pierna, no sabría ni decir en qué momento lo hice, pero a él no pareció molestarle. Puso su mano en mi nuca, acariciando mi pelo suavemente, mientras acercábamos nuestros cuerpos.

No era como si fuésemos a besarnos, podía sentir que esas no eran sus intenciones. Creo que tan sólo era un tímido intento por parte de los dos a abrazarnos, pero sólo pensar que mi piel tocaría la suya hacía a mis mejillas arder. Él empezó a mover su mano, deslizándola por mi espalda, acercando lentamente mi cuerpo al suyo, mientras que con el otro brazo me invitaba a darle un abrazo. Toqué sus anchos hombros, y bajé mi brazo deslizándolo lentamente por su costado, tratando de alcanzar su espalda, cuando oímos una puerta abrirse y cerrarse. El ruido venía de las habitaciones.

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⏰ Última actualización: Mar 18, 2023 ⏰

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