Capítulo 1

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Era una linda noche para salir a caminar, para salir de paseo, era noche buena y la navidad estaba a la vuelta de la esquina, un momento perfecto para ir de paseo o salir a algún lugar con tus amigos

- Ven les dije que era un lindo lugar para salir a caminar – Hablaba Marcos a sus amigos aunque estos lo ignoraban mientras hablaban entre ellos.

Sandra platicaba con Raúl sobre sus planes para cuando vuelvan a casa, y María estaba muy perdida mirando el bosque.

Esta escena es tan mundana y aburrida pensaba Marcos, Sandra y Raúl siempre hablaba entre ellos como un par de enamorados, no tiene nada de malo que se sientan tan seguros de su amor y quieran compartirlo con todos, pero podrían al menos recordar que esto es una salida entre amigos y uno una cita donde solo existen ellos 2. En cuanto a María siempre fue rarita por lo que verla tan despistada era algo muy común ya para el

- Mira mira Marcos, es una ardilla ¿No es bellísima? – Decía María mientras arrastraba a Marcos a un árbol cercano

- Es solo una Ardilla María, hay cientos en este parque y en todos los demás.

Que aburrimiento, De que sirvió salir a caminar a algún lugar especial, si mis amigos seguirán teniendo el mismo comportamiento de siempre, Marcos se maldice por dentro, pensando que debió reservarse ese no muy conocido parque para algo más importante como una cita con una chica en especial o quizás solo quedárselo para sí mismo, como un lugar donde pueda estar en paz.

La noche transcurre, Raúl caminaba junto a Sandra mientras veía a su amigo Marcos por delante de ellos, parecía de mal humor. No le costo mucho desprenderse de Sandra, ya que María vino hacia ellos para mostrarle las fotos de su mascota, un pequeño bulldog llamado Pedro que ha tenido ella desde que era pequeño.

Aprovechando la intromisión, Raúl le hace señas a Sandra intentando decirle "Enseguida vuelvo" y deja a ambas chicas charlando detrás de el

- Oye hombre ¿Por qué la cara larga? – Le pregunta Raúl a su amigo

- No es nada, no te preocupes – Responde Marcos

Ambos son amigos desde la secundaria, era normal pasar las fiestas juntos, además Raúl le esta eternamente agradecido a su amigo, ya que fue Marcos quien le presento a Sandra el amor de su vida. Quizás es por su larga amistad o por esta deuda imaginaria que hay en su mente que Raúl no puede ver a su amigo cabizbajo sin sentirse mal o querer ayudarlo de alguna forma

- Oye ¿Por qué no intentas ligarte a María? Es algo rarita pero es muy simpática seguro que se llevan bien

- Jajaja – Ríe Marcos a carcajadas- No gracias, ella no es para nada mi tipo, además me causa gracia que incluso tu pienses que es algo rara esa chica

Habiendo hecho reír a su amigo, Raúl ve esto como un triunfo.

No pasa mucho tiempo hasta que quedan perplejos ante algo frente a sus ojos.

Había una casa, más bien una cabaña en el centro del parque, Marcos estaba confundido, muchas veces pasó antes por aquí, incluso sale a caminar de vez en cuando y esta cabaña no estaba aquí antes

- Oigan vamos a echarle un vistazo – Les dice Marcos a los demás mientras se adelanta para ver la casa.

Era una cabaña de madera, estaba adornada con luces de navidad normales para la época, su decoración era muy llamativa y contrastaba muy bien con el parque, parecía una de estas típicas casas en medio del bosque, rodeada por los árboles y alejada de las personas para coexistir con la naturaleza

Marcos ve que la puerta de la casa se abre, y de allí un hombre sale, estaba disfrazado de una forma un poco graciosa, tenía un bastón en la mano y una máscara cubriendo su cara, se veía muy extraño pero por alguna razón su descontrolado diseño quedaba bien junto a la escena de "una casa extraña en medio del parque"

La casa navideña Donde viven las historias. Descúbrelo ahora