Querido heterosexual

Sexo con el Niño ojos color sol

El Niño Ojos Color Sol tiene unos años más que yo. Me mira y me hace sentir hermosa. Es gracioso y dulce. No quiere una relación, pero me mira a los ojos, me dice te quiero y me prepara el desayuno. 

Querido niño ojos color sol:

Hace unos días fui a tu casa, y me encontré con tus ojos entre marrón, verde e infinito, y tu sonrisa que es de un niño y de un adulto. A tus manos les encanta el contacto y a tu cuerpo le encantan las mías. ¿Te acordás que cuando nos acostamos en la cama te besé? Yo en realidad sólo me quería despedir, pero vos pensaste que yo tenía la intención de un encuentro sexual -cuando, no-. Y bueno, terminamos teniéndolo, te besé, toqué, miré, sonreí y exploré. No teníamos preservativos, pero me acabaste en la boca sin la amabilidad de avisar. Odio eso, pero tu semen es dulce, qué mierda comés. Y te desaté, porque había atado tus manos a los barrotes de la cama. Y no me tocaste. Ni me besaste apasionadamente Ni me dijiste te amo. -que no lo quiero escuchar, pero al menos suena bien despues de esa chupada y más si no fuiste capaz de usar al menos dos dedos para hacerme creer que mi placer, mi cuerpo y mi bienestar sexual y emocional te importan.- Me sentí mal. Te dormiste y no me preguntaste qué me pasaba, aunque no te dejé abrazarme para dormir. Disfrutaste, estabas caliente y necesitabas eyacular, esa necesidad de que el orgasmo llegue a la punta de los dedos, de la lengua, con el pensamiento de que el cuerpo necesita más y más, y cuando explota, esa desesperación fue saciada en unos segundos de "aah" y relajación de los músculos. Sí estabas caliente, desesperado, hasta que me llenaste la boca y saciaste tu frenesí. Pero, adulto ojos color sol, yo también estaba caliente y quiero sentirme deseada, amada, recorrida, y que mi cuerpo sea un mapa para que vos descubras, como un extenso territorio potencialmente colmado de placer, cosquillas, dolor, inseguridades, decencias. Yo develé tu cuerpo, y desterré mis inseguridades para que vos llenes mi mente de éxtasis y mi clítoris estalle en un orgasmo en la yema de tus dedos, o en la punta de tu lengua, que luego susurraría una sonrisa y subiría a besar mis labios. Pero no, sólo quisiste dormir. Así que aunque me quedé escuchando música con auriculares, sintiéndome usada. Yo soy una persona llena de ganas, deseos, segura y abierta a que me vuelvas loca un rato, pero sólo te dormiste mientras yo escuchaba música. Te pregunté, si realmente querías lo que sucedió, me asusté pensando que tal vez no tenías ganas: "sentí mucho placer, me encantó, tenía muchas ganas" Y ahí dormi, en la orilla de una cama de una plaza junto a un cuerpo que me generaba tanto y que sólo se dio vuelta para seguir durmiendo, llena de ruido y dolor. Te llené el cuerpo de caricias y besos, placer y sensaciones, y vos, te dormiste con un beso y una sonrisa. ¿Qué a caso cuando estimulas a la otra persona no se trata de todo lo hermoso que te genera verla disfrutar? Para qué, por qué, qué hago acá. Ya no quiero estar acá. Pero yo me olvido de eso, cuando me hablás y siento una sonrisa cuando decís mi nombre. Basta heterosexual, basta de hacerme sentir mal, de no preguntar, de no preocuparte y no sentirte como yo. Basta, de buscarte, cuando me llenás todo de dudas, dolor y ronquidos, ¿sabés que roncás como pelotudo cuando te dormís al lado mío, yo con la boca llena de sabor a semen y con el corpiño todavía puesto? 

Atentamente, el otro pajarito. (Así me decís vos.)

............................................................................................................................

No mucho que contar, el sexo sin comunicación, sin preguntas y sin escucha, es una mierda. Me gustaría haberme sentido deseada por su cuerpo, sus labios y sus manos. Pero su cuerpo solo gustaba eyacular y dormir. Querido heterosexual, por qué no te vas un poco a la mierda. 

(No se ofendan heteros, no es contra ustedes, es contra el sexo falocentrista que me deja durmiendo caliente y triste, en la orilla de la cama de una plaza).