El Mago

11 0 0
                                    


El Mago es un poco más grande que yo, también. Un morocho de rulos y sonrisa encantadora, manipulador y mentiroso como cualquier personaje del que te enamorás con culpa. Bailar con él mientras escuchaba su voz cantando, su risa, y su cuerpo pegado al mío en un tono más divertido que sensual, es el mejor recuerdo de él. 


Querido Mago: 

Hay muchas cosas que no me pintan de vos. Como las mentiras, las palabras borrosas que me quería creer y les inventaba sentido para no soltarte.
Y te fuiste, caminando y riéndote de mí. Siempre riéndote. No sé si por malo o por neurótico.
Hiciste que al verme a mí misma me sienta incómoda, vos te veías con la misma falta de amabilidad? Porque te juro que creí que si besaba cada parte de vos ibas a quererte más, iba a dejar en cada paso de mi dar un poco de amor que ibas a hacer propio...
Y no me revisabas el celular, pero sí te metías en mi cabeza. Sin decir nada. Tratándome como si supieras algo que hice, sin creer, sin preguntar, acusando, y manejandote a través de venganzas. Fuiste mi karma.
Hay banda de cosas que no me pintan de vos, como la forma maquiavélica con la que manejas el mundo
pero la puta madre
como extraño
bailar con vos.
Sentirme libre en tus brazos
con la música al palo
la puta madre loco
como extraño olvidarme que juntos éramos una mierda, cuando la música nos aturdía y los cuerpos no percibían distinción.
No te quiero volver a ver
no me pintás más
ya no te amo
pero si me miras y me sonreís
con J Balvin de fondo
capaz que cambio de opinión.

.............................................................................................................

El Mago, según mis amistades, es el peor y más feo chico con el que salí. Pero yo, por mi parte, siento que nunca me enamoré tanto de alguien como de él y sus profundos ojos negros, su risa burlona y sus manos gigantes. Nos encantaba consumir sustancias ilegales y bailar por horas. También nos gustaba llorar. Y coger duro. Éramos perfectos para destruirnos. 

Querido heterosexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora