Parte VI

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Celebración post-cumpleaños

Ambos se disfrutaron el uno al otro, buscando los puntos débiles del contrario como dos niños pequeños que descubrían algo nuevo.

Estaban solos en casa así que no había porque ser tímidos, se amaron hasta que no pudieron más, hasta que estuvieron tan agotados que se quedaron dormidos abrazados, disfrutando de la compañía del otro, descansando sus agotados cuerpos por la reciente ración de amor que habían compartido.

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