Parte 1 Sin Título

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El sol amanece como ninguno, pues así dice mi madre, pero le di menos importancia como siempre porque ya sabía cuál era su objetivo; que el chicle se despegue de la madera, y el chicle era yo y la madera mi celular.

Mi madre se acercó diciéndome:

-Tenemos visitas.

-Si ya lo sé – respondí desinteresado.

-Ya veo – contesto mi madre molesta – con que en esas estamos.

Ella se alejó, pero no para quedarse en la cocina sino para traer el matamoscas y ayayay lo que me esperaba. Rápidamente me levante dirigiéndome a unos de mis familiares recién llegados de un arduo viaje, mi madre me miro con cara de asombro y me dejo charlando con mi abuela que no la había visto hace muchos años, en realidad no quería charlar con nadie así que agarre mi celular y me puse a jugar e ignore a la persona que estaba delante mío.

-Hola hijo, ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido en todos estos años? – me dijo mi abuelita.

Le respondí con solo - Bien.

-Como siempre con pocas palabras, ¿No Robert?

Tomé como un insulto aquellas palabras, aunque fuese verdad, así que le dije:

-Y a ti, ya se te fue la cólera, estas distinta.

En ese momento la conversación casi se puso candente, así que ella me mostro sus manos los cuales tenían objetos, en la derecha estaba una galleta de la fortuna y en la otra un cable, ya que estaba poniendo más atención a mi dispositivo, cogí un objeto al azar.

Después de tiempo en casa jugando en la computadora, sentía que alguien me estaba espiando, pero mi temor se elevó más al ver una sombra a lo lejos.

- ¡Pero cómo, si no hay nadie hasta las ocho pm a exención de mí! – me decía a mí mismo.

De repente escuche un ruido y rápidamente me voltee a ver quién o qué estaba detrás de mí.

-! Qué rayos hace esto aquí¡, o será de alguien de la familia.

Acercándome al televisor con forma de caja, me agaché para buscar el cable y enchufarlo, pero este no lo tenía, y al momento de ponerme de pie cae de mi bolsillo el cable que me regalo la abuela. Apunto de conectar el cable con el televisor éste se para y corre, sorprendido por lo que acababa de presenciar, me pellizque pensado que estaba loco al ver que al televisor le salió patas.

Valiente, empecé a perseguirlo dando un gran salto como canguro, cayendo encima de este, intentando dar el clavo al ollo. De repente frena de golpe causando que yo me caiga de televisor con patas y rodé. Rápidamente me puse de píe, sujetándolo fuertemente y pudiendo así conectar al fin el cable. Como el televisor era viejo seguro te quejarías por la mala calidad de las imágenes, pero yo lo veía perfectamente, no me incomodaba. Me caí de rodillas quedándome petrificado al no creer lo que veía.

- ¿Qué hacen ustedes ahí? –les pregunte con voz temerosa.

En la pantalla estaba mi familia diciéndome:

- ¡Sal de casa y corre lo más lejos posible!

- ¡¿Por qué tengo que huir y de quién?!- les grite con miedo.

Mi madre se dirigió a mí sollozando- ¡Hijo, por favor sal de casa, ella está por llegar, es tú ...!

En ese momento se escuchó abrirse la puerta, me paré e intenté buscar un escondite, pero me detuve al ver que era nadie más que mi abuela, enserio me alegré de verla tanto así que quise abrazarla y decirlo todo lo que sucedió esta mañana, pero apunto de abrazarla volteo al escuchar a mis familiares gritar y más

a mi madre diciéndome ¡Aléjate de ella, corre! En ese momento que estuve dándole la espalda, ella se estuvo acercando y al poco rato que volteé para verla me inyectó un calmante, después me obligó a comer esa galleta de la fortuna causando que me ahogué y por último me desmayé.


Este relato es de mi hermana, también fue para una tarea

Tiempo TerminanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora