〚2S〛❝ Encuentro ❞┊ k.th + j.jk

✧ O1 | Te amaré.

Cuando encuentras a alguien que te hace sentir completo por fin, lo que menos podrías imaginarte es la manera como terminarás perdiéndole. Tu mente estará tan ocupada pensando en las cosas buenas que les esperan a ambos, que pasarán completamente desapercibidos aquellos sucesos considerablemente desgarradores, porque simplemente no hay tiempo para pensar en ellos, o imaginarlos siquiera, ¿verdad?

Los sueños que pensaron volver realidad, las metas que pronto serían logros, las hazañas de las que estarían orgullosos, y los éxitos que algún podrían festejar, los dos juntos... Sí, todo sonaba tan bien cuando se hablaba sobre el futuro, que ninguno tomó en cuenta la gran importancia del presente.

( 🌕 )

Hace ocho años, y sin previo aviso de ningún tipo, un jovencito de obscuros y ondulados cabellos, una boquita inexplicablemente colorada y un par de ojos brillantes color avellana, pondría de cabeza al mundo que conocía el alfa solitario del instituto, Kim TaeHyung.

Pero bien, ¿qué se puede decir sobre esta historia? Un día la curiosidad del bonito omega, Jeon JungKook, pudo más que su instinto de defensa. Dicho impulso le ordenaba a gritos no acercarse al sujeto que pasaba todos los descansos en la cafetería acompañado únicamente de su propia soledad. Debía tener algo para que todos le evitasen, ¿no?

Mas necesitaba saber qué.

Todas las miradas se posaron sobre él luego de que en un santiamén su cuerpo se encontrara frente a la mesa donde el excluido rubio se hallaba ingiriendo, poco a poco, su alimento. JungKook sentía su espalda picar por las decenas de pares de ojos que estaban sobre él, su aroma a fresas comenzaba intensificarse por la incomodidad que sentía, hasta que un escalofrío le recorrió el cuerpo entero cuando la profunda mirada del alfa se encontró con la suya. Y Jeon simplemente se quedó ahí, quieto, como si una conexión inmediata se hubiera creado entre ambos, siendo el alfa que estaba sentado el único que podía brindarle la seguridad que requería.

En ese momento, TaeHyung sintió haber encontrado algo que no estaba buscando, pero que para su sorpresa, fue agradable de descubrir; el hallazgo de su luna había llegado como una serendipia. Aunque, los temidos ojos sin expresión del rubio no lucían más que como un par de luceros buscando su camino a seguir ante Jeon.

Pasaron un par de minutos en silencio, todos los alumnos habían regresado a lo suyo, y JungKook inició con el deguste de su desayuno. Dando un par de vistazos de vez en cuando, el joven de negra cabellera continuó analizando al que tenía en frente; su cabellera dorada, cejas perfectamente arregladas, aquella piel ligeramente acaramelada, labios finos de un bonito tono carmesí, luciendo tan bien como la distribución de sus lunares alrededor de su cara.

«¿Cómo es que alguien como él puede ser apartado por el resto?», pensó el omega, recordando las feas palabras que día a día se repetían sobre el alfa que tenía a la vista. Pero, JungKook simplemente no entendía qué había hecho el chico para que lo trataran de esa manera, incluso cuando Kim no le conocía en absoluto, no fue grosero tras notar su intención de querer compartir mesa.

Los minutos pasaron, y ambos chicos continuaban en silencio, aun cuando su comida se había terminado, ninguno emitió palabra alguna. Así, hasta que finalmente el timbre que llamaba a los alumnos para regresar a sus aulas, sonó. Las mesas de la cafetería iban quedándose solas de manera paulatina, pero ellos siguieron ahí, pareciendo que no tenían ni la más mínima intención de moverse.

Cuando quedaron poco más de diez personas en el sitio, TaeHyung decidió tomar su bandeja y optó por retirarse del lugar, deteniéndose justo después de que el omega rompiera el silencio entre ellos de una vez por todas.