La luna y el lobo.
Cuando TaeHyung abrió los ojos una vez más, el dolor de su cuerpo había desaparecido. Y a pesar de no saber de qué manera se fue la inmensa molestia, agradecía por ello. Recostado, podía mirar a su pecho subir y bajar con normalidad, aunque extrañamente no sentía que estuviese inhalando aire de verdad.
La dura superficie debajo suyo comenzaba a enfriarle la espalda, por lo que decidió reincorporarse y ponerse de pie. Desesperado, verificó que su cuerpo se encontrara completo, viendo después las prendas que llevaba puestas, observó que estas eran de un blanco puro, desde los pies, hasta la cabeza.
Enseguida, Kim se percató de algo más. El lugar donde estaba presentaba también la combinación de todos los colores: el suelo, el techo, las paredes, todo. Comenzaba a agobiarse, no entendía nada. ¿En dónde estaba? ¿Qué le sucedió? ¿Cómo llegó ahí? Lo único que parecía verse distinto, era una zona específica en medio de uno de los muros, parecía una pequeña división.
Se acercó curioso a este, oyendo de pronto algo, o mejor dicho, a alguien.
Inmediatamente, trató de concentrarse en la voz que escuchaba al otro lado de dicha pared. Segundos después, identificó de quién se trataba. Su cuerpo se inmovilizó de repente, ¿realmente podía ser él?
De ser así, significaría que él está muerto, ¿cierto? Pensándolo bien, aquello tendría sentido, ¿de qué otra manera se logró librarse del tormento en el que estuvo los días anteriores?
Ahora mismo, oía con atención el armonioso, pero triste, tarareo de aquel chico. Poco después, un toque de melancolía y nostalgia se instaló en su pecho, abrumándolo. Era como si pudiera sentir lo que el otro expresaba.
Fue entonces que lo entendió. Su lazo seguía ahí. Y él estaba alrededor suyo, otra vez. En ese momento, sólo era un muro lo que les mantenía separados.
Impaciente, el alfa comenzó a tantear el lugar exacto para desunir el par de segmentos que lo tenían lejos de su omega.
—¿Jung-JungKook? —preguntó abatido, no teniendo éxito en lo que hacía por más fuerza que utilizara—. Cariño, ¿estás ahí?
Para mala de TaeHyung, no obtuvo una respuesta rápida. En su lugar, hubo un mutismo abrupto, pesado; un silencio que sólo conseguía ponerlo más ansioso. Su movimientos se volvieron más lentos, tal vez se había equivocado. Sin embargo, no fue así.
El sonido de lo que percibió como pasos se oía cada vez más y más cerca, deteniéndose poco después. Enseguida, escuchó la voz que para él resultaba ser la más hermosa y grata de todas.
—¿TaeHyung...? Hyungie, ¿e-eres tú?
La voz de su amada luna.
Entonces, el muro frente a ellos se abrió. Sus miradas se encontraron ahí, y el anhelado encuentro sucuedió al fin.
Kim miró de pies a cabeza al chico que tenía una vez más frente a él, la vestimenta que llevaba era similar a la suya. Notó cómo sus manos permanecían frente a su propio pecho, juntas, temblando casi de manera imperceptible. Logró admirar de nuevo los brillantes ojos del otro, así como aquella bonita boca que besaba con tanto amor, y esa sonrisa que le parecía la más tierna que pudo ver en su vida. Reparó finalmente en su —ahora— cabellera plateada, al igual que la brillante luna creciente situada en su frente y lo que aparentaban ser pequeñas estrellas alrededor de su rostro. TaeHyung reiteraba que JungKook fue, y era, sencillamente sublime.
Sin dudarlo, caminó hacia él. Prontamente sintió sus ojos picar y, a pesar de que no hubo lágrimas corriendo por sus mejillas, el lamentable sonido de aquel lobo en pena entró a los oídos del más joven. El alfa cayó al suelo, quebrándose a los pies del omega.
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〚2S〛❝ Encuentro ❞┊ k.th + j.jk
Conto━━ Sé que estarás conmigo, mi amor. Sin importar lo que pase, permaneceremos juntos, hasta el fin del mundo. ױ Concepto ಂ El joven alfa solamente quería toparse una vez más con los ojos brillantes su amado omega. ¿Era demasiado pedir estar de nuevo...