Book of Wishes | JenLisa

CAP#13

Pov Jennie

Me levante temprano para poder ir a investigar un poco, me ducho y me pongo algo elegante, pero no tan exagerado.

No desayuno para poder ir con todos y voy primero a la habitación de mi madre. Tocó, pero no abre nadie, algo muy raro. Voy a la de Tae y tampoco abre nadie, por último voy a la única que me queda.

Jennie: ¿Rose, estás aquí?

Tocó y una Rose adormilada abre la puerta.

Rose: Jenifer, es muy temprano, ¿por que estás vestida tan elegante?... ¿Tienes una cita tan rápido?

Sonrie con cara de pervertida, yo solo me encojo de hombros y entro a su habitación.

Jennie: Primero, ya es hora que te despiertes. Segundo, deja de sonreir así. Tercero, no tengo ningúna cita, solo estoy así por si nos encontramos a Marco Manoban. Por último, ¿sabes donde están mamá y la parejita?

Rose: ¡Okay, oka y oki! Ellos fueron a explorar un poco, me lo dijeron ayer cuando te fuiste a dormir.

Jennie: Genial, no hay tiempo para eso. Tú me vas ayudar a investigar.

Digo poniendo mi mano en mi cintura como toda una diva.

Rose: Vamos, Jennie. Estámos en Tailandia hay que ver un poco.

Jennie: No somos turistas para eso.

Ruedo los ojos y no le doy importancia.

Rose: Enserio, no te soporto cuando te levantas. Pongámoslo así, miramos un poco los lugares y después vamos al restaurante. Ese que te dijeron, ¿si?

Jennie: Suena bien. Avanza, te espero en la recepción.

Digo saliendo de la habitación.

No es que quiera ser impaciente por encontrar "el amor de meses" de mi padre, pero tengo preguntas que necesito que me responda.

Rose: Ya, vamonos.

Jennie: Te tardaste mucho.

Dije con mi típica expresión amarga.

Rose: Mija, la belleza cuest. Cambia esa cara y disfruta un poco.

Jennie: Tenemos que caminar, no tenemos auto todavía.

Rose: ¿Enserio?... ¡Ay, no! Voy a sudar como cerdo.

Rose hace un puchero y yo solo me limite a mirarla. Puede ser tan infantil en ocasiones.

Jennie: No te quejes, tú eras la que quería "explorar".

Hago comillas y sonrió de lado.

Rose: ¡Eres mala, Kim!... ¡¡Muy mala!!

Rose se antojo de ir a todo los lugares que veía. No se le escapaba ninguno, además tuvimos que desayunar en una cafetería que vimos y que estába cerca. Nos gusto como cocinaron, digamos que ya se para donde ir todas las mañanas.

Rose: Jennie, estoy cansada, ¿que tal si volvemos al hotel?

Jennie: Ve tú, yo voy a ir al restaurante. Nos vemos en el hotel después.

Rose: Está bien y cuidado no te pierdas.

Jennie: Tú igual.

¿Como voy a encontrarlo?

¿Lo pongo en el GPS?

Busco el nombre del restaurante en google y me da una ubicación, solo espero que sea esa. Lo bueno que solo estába a un par de minutos.

Camino plácidamente por la calle, escucho música que retumba, un molesto sonido de un escandaloso motor y no me preocupo en mirar hacia los lados, ya que la luz está roja y nadie puede pasar. En segundos mi corazón se detuvo y ninguno de mis reflejos reaccionó al ver que un Lamborghini rojo se me venia encima, sólo pude cerrar mis ojos y esperar el golpe.

Todo pasó tan rápido. El sonido de los cauchos al frenar con brusquedad, las personas paradas como estúpidas, el sonido de la música y mi corazón saltando violentamente. Solté aire y abrí los ojos encontrándome con un rostro impasible, la mujer dentro del auto se mostraba imperturbable.

La música fue pausada, el auto dejo de escucharse y solo escuchaba los susurros de las personas. Aunque quisiese moverme no podía, estába paralizada por el pánico mientras temblaba. Podía mirar a la mujer frente a mi y algo dentro muy dentro, donde nunca había sentido nada, empezó a latir me sentía ahogada, asfixiada y solo quería romper el hechizo.

Jennie: ¡¡Imbécil, casi me atropellas!!... ¡No ves la luz roja!

Grito enojada y golpeando en la capota.

Sentí rabia y para el colmo esa tipeja no hizo nada, solo apretó el volante. Cuando apartó la mirada en forma de frustración, escuchó el motor del auto.

Jennie: ¿¡Que mierda!?... ¿No te vas a disculpar?

Grito aún más molesta. Ella solo me hizo señas para que me quitará del camino.

Jennie: Y si no me quito, ¿que?... ¿Me pasarás por encima?

¡Dios!

La gente debe estar pensando que soy una loca, pero no me importa. Está estúpida me las va a pagar. Iba a seguir hablando, pero el auto ruge, por lo que doy dos pasos hacia atrás.

Jennie: ¡Tú, cabrona!...  ¿Que te crees?

Cuando digo eso, el auto se va a toda velocidad...