Estoy esperándote hace media hora, ¿en dónde estás? –Decía su mejor amiga del otro lado de la línea-.
Lo siento, mi madre me retuvo preguntándome que color de camisa le quedaba mejor para ir al trabajo, estoy yendo para el café que tú me dijiste, no tardo en llegar Hannah no seas impaciente—decía ella mientras caminaba hacia el lugar acordado—.
Te espero media hora y me dices ¿que soy impaciente?
Lo siento—repitió— ¿Cuál era la dirección del café?
Hannah se la dio pero justo un camión paso por su lado y no la dejo escuchar casi nada, para su suerte su celular se quedó sin batería por lo cual no le pudo preguntar otra vez. Cerró la tapa de este brutalmente y comenzó a caminar hacia la dirección que entendió en medio del ruido.
Luego de caminar unas cuantas cuadras _____ se metió en el supuesto café en el que su mejor amiga la esperaba, al entrar un olor desagradable entro por sus fosas nasales acaso era ¿alcohol? , claro que lo era pero… se suponía que era un café. El lugar no se parecía en nada a uno, más bien se parecía a un bar, había mesas ocupadas por hombres, algunos más grandes que ella y otros de su edad, también había chicas un poco ligeras de ropa. <”En dónde te has metido Hannah“> pensó tratando de buscar a su amiga con la mirada pero no había caso, ni rastros de ella, tal vez se había cansado de esperarla y se había ido. Se dirigió hacia la barra captando la atención de casi todos los hombres presentes algo que la incomodo y mucho.
Disculpe señor –le dijo a un hombre regordete que estaba limpiando unas copas—.
¿Qué necesita? –Le preguntó dejando las copas de lado—.
Podría servirme un café—había caminado mucho para no tomar nada—.
¿Café? –comenzó a reír como un desquiciado ¿acaso había dicho un chiste y no se había dado cuenta? –.
Acá no servimos café linda—cesó de apoco la risa— esto es un bar, acá vendemos alcohol y… alcohol—contestó volviendo a su tarea de limpiar copas—.
Se golpeó cientos de veces mentalmente, eso le pasaba por meterse en lugares sin ver los carteles, estaba dispuesta a irse pero un sobre peso detrás de ella se lo impidió, ¿acaso la estaban apoyando? Claro que lo estaban haciendo, trato de despegar su cuerpo del individuo que estaba detrás de ella pero no podía, estaba acorralada entre la barra y el cuerpo de un extraño.
¿Quieres pasarla bien bonita? , si es así tienes que venir conmigo—le susurró en el oído lo cual la hizo estremecer—.
En un ágil movimiento la persona que estaba detrás de ella quedó en el piso, ____ le había pegado en la cara, de algo le sirvieron esos meses de taekwondo.
¿Eres estúpido o qué? –Se dio la vuelta para poder ver mejor al desubicado, el cual se estaba masajeando la zona en donde le había pegado, su labio sangraba, vaya fuerza que tenia-.
Eres fuerte primor—sonrió arrogante tras limpiarse la sangre que se acumulaba en su labio inferior—.
No me llames así idiota—se encaminó hacia la puerta pero una presión en su tobillo la hizo detener—.
Ella intentó soltarse pero fue imposible, cayó al suelo y fue arrastrada por el piso hasta quedar a centímetros de distancia de la cara del desgraciado que minutos antes la había acorralado.
Me encantan las chicas difíciles—sonrió nuevamente para luego llevar su mano a la mejilla de la chica, viéndolo más de cerca _____ se dio cuenta que no estaba nada mal, era atractivo, demasiado—.
O quitas tu sucia mano de mi mejilla o esta vez no va a ser tu labio el lastimado.
Al ver que no lo hacía decidió hacerlo ella, se aparto de él y se paró sacudiendo su ropa. Quería salir cuanto antes de ese lugar, todo el bar se centró en ellos dos lo que la hacía sentir más incomoda aún.
Hasta nunca estúpido—le dijo ella saliendo del bar con la mirada de todos en su espalda, a lo lejos pudo escuchar un “hasta luego hermosa”.