Ducktales: One Shot's💖

Somos Iguales...

Encontré esta hermosa historia indagando por lo mas oscuro de google la traduje yo mismo y cambie alguna que otra cosa pero espero les guste...

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Sentarse frente al pato más rico del mundo en Duckburg habría parecido un sueño hecho realidad para cualquiera. Pero para Lena, solo la hizo sentir incómoda.

Muchos pensamientos habían venido a la mente mientras ella y Scrooge McDuck se sentaban en silencio. Sabía lo que era ella. Sabía lo que le había hecho a su familia, cómo había sido una de las razones por las que casi los habían destrozado. ¿Cómo es posible que se mantuviera tranquilo ante la mera vista de ella? En todo caso, esperaba que él la enviara al centro de menores después de la batalla con Magica De Spell.

"Sr. McD-", comenzó Lena. Ella fue silenciada mientras él la miraba.

Él suspiró. "Escucha muchacha, necesito que entiendas algo."

Lena se preparó para lo peor. Por supuesto, ella no es ajena al ridículo y al odio. Magica se aseguró de eso. Ella ya sabía que era todo lo que su "tía" le decía que era y más; un monstruo ... tonto ... rechazar ... inútil ... nada. No, no podía soportar escucharlo de alguien a quien había crecido para admirar.

¿Qué podría pensar Webby de ella ahora?

Lena se puso de pie y se esforzó por parecer agresiva. Sin embargo, sus lágrimas amenazaban con llenar sus ojos. Hacer todo lo posible para disimular cómo se sentía fue fácil. A veces era mejor que la gente pensara que a ella no le importaba. "No. Sé que me odias y no te culpo. Me has permitido entrar a tu casa y casi mato a todos-"

"Lena-", dijo Scrooge, lo suficientemente estricto como para hacerla sentarse. "No te culpo por nada."

"¿Cómo no pudiste? Yo-"

Levantó la mano para calmarla. "Detente", dijo Scrooge. Su expresión se suavizó mientras miraba a la confundida quinceañera. Durante el poco tiempo que la conoce, la reconoció como una adolescente dura a la que no le importaba nada en el mundo. Ahora era todo lo contrario. A la luz de estos tiempos oscuros, estaba claro que él tenía la culpa de no darse cuenta de que ella era una chica que podría describirse en el mejor de los casos en una palabra: rota. Se levantó de su escritorio, caminó, agarró una silla y se sentó junto a Lena.

Ella lo miró de frente, sintiéndose aún más incómoda.

"Lena, me culpo por no ver que algo andaba mal contigo. Necesitabas ayuda y yo estaba ciego".

Ya no tenía sentido ocultarlo. "Sr. McDuck, quería contarle todo, pero ella no me dejó. Incluso antes de todo lo que sucedió, debería habérselo dicho cuando tuve la oportunidad. Lo ... lo siento".

"Supongo que los dos tenemos la culpa. Somos lo mismo, tú y yo. Obstinado, pensando que no necesitamos algo tan importante como las personas que más nos importan". Él puso una mano gentil en su hombro mientras le sonreía. "Somos iguales, Lena."

Ninguno de los dos podía negar que ambos tenían su propia historia con Magica. El pasado de los que se arrepienten y desearían poder olvidar. Eso nunca iba a suceder.

Lena miró su brazo. Los moretones estaban ocultos por sus mangas. Pero todavía estaban ahí. Ella volvió a mirarlo. "Lo somos. Nos pasan cosas malas ..."

"Sí. Pero te prometo que si quieres quedarte aquí en la mansión, ambos podemos intentar cuidarnos el uno al otro", dijo Scrooge.

"¿Todavía lo dices en serio?"

"Por supuesto. Te hice una promesa. Ahora eres parte de mi familia".

Familia ? Casa ? ¿Fue posible? Nunca en un millón de años Lena pensó que tendría esas cosas, y mucho menos las merecería. Pensó en su vida hasta ahora. Su pequeña habitación debajo del anfiteatro. Esas noches rodeadas de nada más que oscuridad. Todas esas lágrimas que derramó a manos de Magica. Días de tormento que la corrompieron haciéndola pensar que no era digna de ser amada. Ahora realmente no podía contener las lágrimas.

Scrooge inmediatamente la abrazó. Uno que fue devuelto con gratitud mientras ella sollozaba silenciosamente en su pecho. Lena disfrutó de este nuevo afecto.

Después de lo que pareció una eternidad, Lena se soltó y dijo lo que le vino a la mente. Scrooge se inclinó sobre una rodilla para estar cara a cara con ella. "Pero ella todavía está ahí fuera. Te estoy poniendo a ti, Webby, a los chicos en riesgo si me quedo. Magica no se detendrá hasta-"

Scrooge se tomó la libertad de secarse las lágrimas. "Escúchame cuando te digo que nunca dejaré que te vuelva a lastimar, Lena. Te lo prometo".