Iɴᴏᴄᴇɴᴄᴇ → JungKi/WonKi

I n o c e n c e

"Así que el niño de ka casa de al lado..." Yang Jungwon era un joven de diesciseis años que se encargaba de cuidar a los niños del vecindario siendo su niñero, junto con su buen amigo Heeseung, quien se encargada de los más grandes por así decirlo.

Pero aquel día el mayor tuvo algunos compromisos y Yang tuvo que arreglárselas para seguir con su trabajo, después de todo quería ahorrar lo suficiente como para viajar por el mundo, ese fue su sueño de niño.

Miro la agenda, para su buena suerte ese día no tenía a alguien más que cuidar, así que cubriría a Lee en la casa de colores vivos con garabatos en sus paredes, toca la puerta y no primero que escucha son unos pasitos apresurados yendo de un lado a otro gritando "mamá" en japonés.

Al abrirse la puerta pudo ver a una mujer alta de rostro pequeño y cabello negro lacio, sus mechones eran largos y unos lentes estaban en su rostro.

"¿Mmh, tu eres Jungwon?" El menor asiente y la mujer lo invita a pasar, Yang mira las paredes llenas de garabatos y algunas fichas que mostraban las... ¿Emociones? No entendió muy bien el ambiente, así que siguió adentrándose. "Mucho gusto, se ve que eres un buen niño." El sonríe mirando al suelo y ella lo analiza de pies a cabeza. "Verás, Heeseung se encargaba de cuidar a mi retoño, es algo inquieto y realmente el era el único que le tenía paciencia, veras... Mi pequeño tiene rasgos muy marcados de un transtorno de personalidad, a pesar de ello no lo padece como tal, pero si es algo "especial" y en serio temo porque algo malo le llegue a pasar, es muy sensible con los ruidos y suele ponerse sentimental constantemente aunque ni siquiera el lo entiende, ama bailar y lo hace de maravilla, además de que no conoce muchas cosas, sus calificaciones no son ni buenas ni malas, suele necesitar ayuda con ellas, se distrae fácilmente también y no le gusta dormir solo ya que le da miedo."

Jungwon estaba en shock, había tratado con niños malcriados, chicos demasiado introvertidos pero jamás con un pequeño "especial" o algo parecido, miro a la mujer u hablo. "¿Cuántos años tiene?" Ella lo miro y hablo.

"Tiene catorce, aunque eso no importa mucho, tienes que ponerle su caricatura a las siete treinta, de todas formas el te lo recordará." Los pasitos descalzos por las escaleras se hicieron presentes pero nadie bajó, la mujer se levantó y observo por la escalera al niño de calcetitas rojas con su sudadera favorita, sonrió al ver a su pequeño.

"Niki, pequeño ven..." Le llamo, el niño de cabellos castaños bajo con cuidado, ya que aquella escalera era realmente resbalosa. "Mira, hoy Heeseung-Hyung no pudo venir ya que tuvo algo que hacer."

"¿O-Osea que se olvidó de mi?" Dijo con un tono algo molesto h sentimental a la vez, la mujer lo miro y soltó una risita. "¿Qué es lo gracioso?"

"No, nada..." El puchero y la mirada poco convencida del niño resultaban tiernamente graciosos, Jungwon lo miro embobado por la belleza que tenía, una bonita mirada que se asemejaba a la de un gato, sus labios regordetos y sus pequeñas manos que parecían verse grandes a lo lejos. Su cabello era más claro de lo convencional, castaño medianamente claro, y sus piernas claras como la nieve eran realmente delgaditas, aunque claro se notaba que el hacía algo de actividad física. "Heeseung salió de la ciudad por un compromiso familiar, realmente estará ocupado, y Jungwon, su amigo será su reemplazo por hoy.

"¡Pero yo quiero a Heeseungie-Hyung~ No a un desconocidos enano con cara de borrego!" Una pequeña llamada de atención le fue dada, su madre de seguro lo castigaría si no fuera por las escandalosas y agudas risitas de Jungwon.

"Lo siento, en serio, es que realmente eso fue muy gracioso." Y tierno, extrañamente tierno se añadió mentalmente. "Supongo que debería presentarme..." Se levantó de su silla con cuidado intentando no incomodar al pequeño de cabellos claros y lo saludo con una sonrisa. "Mucho gusto, soy amigo de Lee Heeseung, y por el día de hoy seré quien te cuide, me llamo Yang Jungwon, pero puedes llamarme Jungwon si quieres."