Hola... supongo, realmente nunca he sabido cómo comenzar a escribir una carta, y sinceramente sabía que esta no sería la excepción.
Qué hermoso es todo esto ¿no lo crees? Todo lo que hemos vivido juntos. Tantos momentos y casi que para cada uno de ellos una foto, y gracias a eso es que puedo recordar la mayoría de todas esas experiencias. Y te veo ahí, y me percato de que te vuelves mucho más atractivo cuando estás feliz, tal vez es por eso que no te dejo estar triste en ningún momento.
Pero entre todas esas fotos recuerdo que, a pesar de haber tomado semejante cantidad de fotos los momentos más especiales (y por lo tanto mucho más felices) nunca los capturamos. Porque actualmente sigo buscando esa foto en la que yo estoy acostada sobre tu pecho escuchando tu respiración. Y mientras recordaba aquél momento, me surgió la duda: entre broma y broma ¿al final cuantos besos nos dimos? entre broma y broma ¿como fue que los dos terminamos sin ropa?
Y te mentí aquella noche; no, no tenía frío, pero eso no quitaba el hecho de que quería sentir tu calor, de una manera un poco más íntima...Recuerdo muy bien como nunca podía adivinar tu respuesta y siempre me sorprendías con todo lo que decías. Nunca sabía con que ocurrencia me saldrías y eso es algo que me encanta tanto de ti.
Tus creencias tan jodidamente extrañas en vez de darme miedo me asombraban; ¿como es que llegabas a tales conclusiones? tan elaboradas que me hacías dudar. Y esto me llevó a recordar nuestra primera conversación:
estábamos los dos sin nada más que hacer que mirarnos el uno al otro, y es que en la sala de espera no había nada más interesante que nosotros. Tú, vestido con aquél suéter con flores blancas el cual tanto odiabas (sin embargo nunca me logré explicar porqué lo llevabas puesto casi siempre), y yo con una de mis tantas blusas azules. Me explicaste que el hecho de que yo llevara ese color encima fue lo que te motivó a hablarme; esa especie de apuesta contigo mismo fue ese bigbang que creó lo que a día de hoy ha permanecido. Sin embargo, pudiste haberme hablado de cualquier cosa, de la economía mundial, situación política del país, el estado de la bolsa de valores de Nueva York, todas esas cosas que tanto te gustan y a la vez odias, pero decidiste hablarme de porqué crees que los muertos algún día se levantarán de sus tumbas. En ese momento solo te quería mandar a la mierda, sin embargo en aquella sala, conversar de cualquier estupidez con un extraño era mucho mejor que pensar en lo mucho que detestaba el sonido de los ventiladores.
Y pensar que fui yo la que te pidió que me acompañaras a una cafetería. Y por eso, es mi culpa que por tus ojos ahora mismo las lágrimas broten.Y si tal vez no deba ser yo la que escriba esto, pero sé lo cobarde que eres, y nunca lo aceptarás, y es que los dos cometimos errores, tanto como tú, como yo. Pero más allá de todas esas estupideces que cometimos, lo importante fue que continuamos y afrontamos esta mierda, juntos. Y fue precisamente por eso que duramos tantos tantos años.
Y créeme que yo no quería que esto terminara así. Pero a la vida no le gustan los finales dramáticos, los prefiere más sorpresivos, sin aviso previo, o como tú dirías: "Dios es cruel, amén".Aquél día, me levanté sin más, aquella noche había sido larga, y sinceramente me dolían las piernas, pero estaba feliz, como nunca, en serio sentí que me amas, lo sentí demasiado, y eso me hizo extremadamente feliz. Y tal vez fue por eso que me desperté temprano, tal vez fue por eso que quería hacer yo el desayuno, tal vez fue por eso que no encontré ingredientes en la nevera, tal vez fue por eso que fui a comprar ingredientes, y tal vez fue por eso que no miré a los lados, y tal vez fue por eso que un camión me dió un final demasiado rotundo. Tal vez... y básicamente te estoy culpando ¿es mi culpa que me hagas tan feliz que me sienta invencible...? Joder, lo siento si incluso después del final sigo haciendo comentarios de ese tipo, pero solo intento que no estés mal, quiero verte sonreír, no me gusta verte así... Si te digo que eres la razón por la cual yo me levantaba feliz por las mañanas ¿dejarías de llorar? no lo sé...
Pero tal vez sea por eso que mi cuerpo ahora mismo está siendo enterrado tres metros bajo tierra, y tal vez por eso por tu rostro recorren lágrimas... Y no sabes cómo quisiera levantarme de este ataúd y secarte esas lágrimas pero sinceramente respóndeme ¿en serio crees que los muertos algún día se levantarán? Esta vez lo sé, un "no" rotundo atracará en nuestra barca, siendo esa tu respuesta.
Es tu culpa, porque me haces demasiado feliz, y sé que ahora mismo lo que menos necesitas es a mí culpandote, pero cuando antes lo hacía tu reías, necesito qué rías, maldita sea... Necesito que me toques... ¡Deja de acariciar al ataúd! ¡Aquí estoy a tu lado, maldita sea! Bésame... por favor... lo necesito, créeme que lo necesito...
ESTÁS LEYENDO
Imagina...
Short Story"(...) y por eso es que creo que los muertos caminarán muy pronto sobre la tierra." "Creo que te intentas engañar a ti mismo..." "Ciertamente es mejor imaginar que algún día ellos volverán, tan solo imagina volver a verlos cerca, abrazarlos, si lo m...