Era se una vez en la época medieval cuando sobre tierras gobernaban los monarcas entre ellos el reconocido Enji Todoroki quien había sido advertido sobre el nacimiento de su ultimo hijo, El niño se revelaría ante su padre y reinado, crearía guerra e...
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10 años habían pasado desde el incidente con el rey enemigo, todo el palacio se había enterado y seguían consternados por la amenaza. Tenían a el pequeño completamente vigilado por miedo a que se encontrara con aquel ser misterioso.
Shoto Todoroki jamás entendió el por qué de su miedo a salir o a conocer personas de otros reinos cuando estas llegaban a hospedarse en el palacio. El nació con un pelo de colores disparejos un lado era blanco como la nieve, mientras el otro era rojo cual carmín. Sus ojos eran de colores distintos también, de el lado derecho poseía ojos color plata brillantes, mientras que de el izquierdo era un celeste vivo adornado por una marca de nacimiento extraña, a la que varios creen que fue producto de aquella predicción.
A Shoto le daba igual su apariencia.
Siempre todo estuvo regido a lo que su padre deseaba para el y el jamás se atrevió a desobedecer ni una orden. Como su madre siempre se lo pedía e imploraba.
El se llevaba bien con todos sus hermanos al igual que con su madre. Adoraba pasar tiempo con Fuyumi, le divertía jugar con Natsuo en el jardín privado, le gustaba entrenar con Touya en los atardeceres.
El se encontraba yendo a el salón real, pues luego de tanta insistencia por parte de su hermana, Shoto consiguió ver como una de las familias reales amigas de el reino llegaban para quedarse unos días con ellos en el palacio.
Se armo una pequeña fiesta de bienvenida a la que solo aquella familia, ellos y la servidumbre asistirían, para que el pequeño Shoto estuviera seguro.
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Un pequeño peliverde se encontraba corriendo por los pasillos de el palacio. Huyendo de el pasado que lo atormentaba intensamente.
El tenia los días contados si aquellos guardias que lo perseguían lo encontraban.
Izuku tenia miedo por el y por lo que podría pasarle si no corría con mayor velocidad.
Pasaron unos minutos hasta que se detuvo por el cansancio, se encontraba sucio, exhausto, hambriento y muy sediento, mas no iba a presentar queja alguna hasta estar completamente a salvo.
Mientras se detenía tomo grandes bocanadas de aire para volver a respirar con normalidad. Cuando finalmente se calmo reviso donde estaba y callo en cuenta que era el palacio de los Todoroki, un reino algo lejano al suyo.
-Corrí demasiado tal parece.- Expreso el pequeño con cierto un cierto cansancio aun en su voz.
-Tal parece que si- Respondió una voz a sus costados haciéndole dar un respingo de el susto.
El pecoso con miedo dirigió su mirada de donde provenía la voz para encontrar a el bicolor con una expresión neutra.
Se escucharon pisadas cerca de el lugar e Izuku en un acto por que el bicolor no lo delatara lo tomo de el brazo y lo llevo a el jardín mientras el de dos colores estaba estupefacto ante el tacto de alguien que no conocía.
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Ambos chicos se sentaron en el césped por el cansancio de haber corrido demasiado de un lado a el otro.
Shoto sin pensarlo rio ante la extraña situación y le tendió una mano a el peliverde.
El peliverde la tomo para luego explicar porque se encontraba en aquel lugar, resulta que su hogar había sido atacado por un reino lejanamente desconocido a el resto, lo que a Shoto le resulto curioso.
Izuku Midoriya era su nombre, tenían la misma edad, el pecoso paso huyendo de su hogar hace aproximadamente 2 días sin tener un sitio estable en el que estar.
-¿Como se si dices la verdad?-expreso el príncipe con desconcierto y burla en su voz
La verdad es que Shoto si le creía a el peliverde, el pecoso sabía que si mentía su cabeza estaría colgada enfrente de el palacio. Nadie tan idiota se atrevería a mentir de una manera tan descarada y menos hacia el príncipe, pero Shoto deseaba molestar al peliverde un poco de cualquier forma.
-Tengo algo que tal vez pueda servir como algo que aporte mi historia, mire- el peliverde se acerca y le muestra algo que hay en su mano, una cantinflora ya vacía, pero con un curioso escudo tallado en madera y adherido a la tela de la cantinflora.
Eran dos espadas entrelazadas llenas de una electricidad con un laurel rodeándolas y con una frase en latín mal escrita a propósito para que no se supiera de quien se hablaba, pero era un diseño bastante bonito a los ojos bicolores.
-Es el escudo de mi familia, lo llevo en la mayoría de mis posesiones que aunque sean pocas- hace una pausa para guardar la cantinflora y sonreír- Me hacen sentir especial por tener uno- Termino de expresar con aun la sonrisa que Shoto empezaba a ver adorable. Aquella tarde ambos se la pasaron hablando para conocerse mejor y se volvieron buenos amigos.
Casi a el anochecer Shoto ofreció a Izuku quedarse a la pequeña fiesta, pero los guardias eran un problema para ambos. Ya que si se enteraban de que alguien de las afueras entro a el palacio tanto el pecoso como el bicolor estarían en problemas.
Pero ambos encontrarían la forma de hacer que Izuku se quedase en el palacio.
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-No puedo creer que esa sea la única opción que tenemos por ahora- dijo el peliverde soltando un suspiro después de su frase para continuar- esto me aprieta demasiado- exclamo con molestia.
El pecoso vestía un ropaje de sirviente demasiado pequeño, pero el único disponible en esos momentos.
La fiesta ya había dado inicio hace algunas horas y todo se veía pintoresco a los ojos de Shoto, miraba con ilusión cada uno de los detalles en las decoraciones junto a el pecoso.
-No teníamos de otra, esta era la manera mas segura de que entraras sin alertar a todos- dijo el bicolor en un susurro para no ser oídos por ningún guardia.
Pronto escucharon caballos afuera de el palacio y ambos decidieron acercarse mas a la entrada.
Y ahí se encontraba una familia peculiar para los ojos de Shoto.
Todos tenían pelo azabache y ojos de el mismo color oscuro, la familia estaba conformada por la madre quien portaba el titulo como reina de aquel reino de creación y cosechas, su esposo a quien se le fue concebido el titulo de rey al casarse con su esposa quien estaba saludando a el rey Enji y su esposa en la puerta.
La única hija de aquel matrimonio se acerco a el dúo de niños a paso apresurado con un brillo en sus ojos.
- ¡Hola!, ¡soy Momo es un placer conocerlo príncipe Shoto! -exclamo con alegría la pequeña princesa para mirar a el acompañante de el bicolor- ¡También es un placer conocerte a ti!, pero, ¿Quién eres?-
Todas las miradas se dirigieron a el grupo de niños con la misma pregunta.
¿Quién acompañaba a el príncipe Shoto y por qué jamás lo habían visto?
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Nota de el autor:
Me tarde mas de lo q creía en hacer este capitulo de apenas 1150 palabras, soy un fracaso💔
