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Era un día normal como todos la escuela era algo común. Pero algo estaba fuera de lugar, no lo veía sus ojos carmesí se desaparecieron atraves de la oscuridad que rodeaba el cuarto.
Pensé que era un día normal, pensé que era algo avitual, pensé que era algo cotidiano, pero ni un rayo de sol alumbró la aviación. Quería verlo, quería ver su aspecto avitual, ver sus hermosos labios rosados y su pelo sedoso yo tenía que ser su héroe.
¿Dónde?
¿Dónde?
¿¡DÓNDE!?
Mi rostro volteó a todas direcciónes y nada, no veía nada, ni sus ojos que en varias noches brillaron al ritmo de sus caderas, quiero verlo, su María puntiaguda y su seño fruncido mostrando molestia, quería verlo por completo, pero ¿Dónde? ¿Dónde está?.
-oh valla al fin despiertas- una vos ronca y fácil de reconocer - pensé que ya habías muerto, después de tanto golpe, es un milagro que sigas con nosotros- tomo mi pelo y lo jaló hacia arriba obligandome a darle la cara.
-¿dónde?... ¿¡Dónde está katsuki!?- grite jamás me había sentido tan agotado y menos por levantar mi voz -habla ahora maldita sea-
Sus ojos notaron por primera ves en ese cuarto tan oscuro y con solo un sonido que provocaron sus dedos se prendió una luz la cual alumbró todo, la sangre, su sangre en el piso como pintura pero aquel rubio atado de manos y pies frente a el fue la cereza del pastel de irá que se estaba acomulando en el.
-¿que pasa? Acaso ya estás enojado- lo miro para después ponerse a su altura -tranquila sigue vivo, muy pronto morirá pero es dependiendo de el- se fue donde estaba bakugou tomó un bote de agua y se lo aventó directo en su cuerpo desnudo -vamos hombresito despierta que tu amante está preocupado- sus ojos de abrieron con cansancio.
La presión y el odio era demaciado para soporta el ambiente. Bakugou solo lo miraba y mientras el otro tocaba aquel pelo que tanto amaba acariciar, tocaba aquella cara que le encantaba ver cada mañana.
"El es mío, nadie lo puede tocar, ¡EL ES MÍO!"
- que bueno que estés bien, sabes estaba un poco preocupado pero no por ti bakugou- su mirada se volvió día sus facciones de enojo se hicieron notar, aquellos ojos que alguna ves mostraron encantó y alegría, aquellos ojos estaban llenos de enojo y rencor como si un animal estubiera apunto de lanzarse a su prepa - me alegra que esté bien pero si en este momento te sigues dejando tocar por el enserio el no saldrá vivo y tú bueno tú tendrás un pequeños castigo- la risa sonora se escuchó bastante fuerte burlándose de lo dicho por kirishima sin embargo bakugou se alego más del otro tipo.
-que pasa hombresito le tienes miedo a ese tonto con cara de héroe- los ojos oscuros de aquella persona eran iguales a los ojos de un animal pero le tenía mucho más miedo al teñido que tenía enfrente -vamos mostremosle tus muslos, con todo el semen- al abrir las piernas se mostraban varias mordidas, rasguños y una que otra cicatriz - valla así que ya te echaron los colmillos, bien- se paró y camino asta topar con un refrigerador grande, una jeringa se posó en posición para ser usada, sus pasos lentos y mirada fría eran un lío muy grande - no te preocupes hombresito, tu cosei no sirve al igual que el de tu novio- la habuja que se posó en el vientre de bakugou veía como todo un líquido violeta se introducía en el.
El hombre de ojos oscuros salió de la aviación y mientras el mayor intentaba un intento de escape lo noto regresar, no le pudo decir nada a bakugou, su tiempo era poco y con eso el sentimiento de soledad se apoderaba de kirishima, quería abrazarlo, ¿que le habría inyectado?
...
Cuando quiera hago las cosas ya se esto pensé que se acabaría normal como todo feliz, pero,pero es mi fanfic y yo quiero hacer esto más masoquista así que bueno.
Así que.
Hola ¿como están?No es por hacer que me sigan pero bueno, quiero ser más interactivo en Twitter así que bueno.
https://twitter.com/Garrita151?s=09
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delicado 😈
Fanfictionun día perfecto, personas perfectas, la sensación de no ser perfecto, la ganas de no hacerlo perfecto. siempre fue así o acaso solo ese chico quería hacerlo un caos, atarlo y torturarlo tantas veces sea posible. esos eran los pensamientos de nuestro...