《Profesor》 J.Jungkook

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-Lo siento nena, necesito que venga un adulto contigo para poder realizar la interrupción del embarazo-

-Pero señora, de verdad necesito hacer esto ¿no hay otra manera?-

-Preciosa, sin un adulto no puedes realizarte el aborto. A menos que quieras colaborar con algo más de dinero.

No puedo pagarle más, si ya de por si esto sale caro, ella quiere más y yo no tengo más dinero.

-Bien, entiendo. Muchas gracias señora-

Estos días han sido los peores. Intenté comprar pastillas para abortar, pero siendo menor de edad y sin receta médica, en ningún lugar me las han querido vender.

He buscado en lugares que practiquen abortos "clandestinos" pero aún así, necesito que alguien mayor me firme el permiso y que además me acompañe. Y tampoco puedo ir a cualquier lugar de mala muerte, de seguro me venden en partes en el mercado negro.

-Esto es una mierda.- mis lagrimas no tardan en salirse de mis ojos. Salgo del callejón en donde se encontraba la clínica clandestina.

Y sé lo que pueden pensar, que soy una egoísta, pero pónganse en mi lugar. No puedo tener este bebé. No puedo.

Saco mi telefono, para llamar a la última esperanza que me queda.

-Soo?

-Jungkook...

-Dios nena, me tenías tan preocupado. Tengo días sin verte ¿Estás bien?

-Si, si estoy bien. Te llamaba porque necesito pedirte algo.

-Lo que sea nena, solo dime.

-Necesito que vengas a las afueras de la ciudad.

-¿Qué? ¿Por qué estás tan lejos?

-Estoy en una clínica, y no me pueden realizarme el aborto sin un adulto y yo pensé que tu podri-

-Espera ¿Qué? ¿Enserio vas a abortar? Nena porfavor, yo te apoyo con el bebé, te pido que no te deshagas de el,  algo puede salir mal, no quiero que te pase nada Soo, amor porfavor...

Las lágrimas se me volvieron a salir al escucharlo sollozar. ¿Él de verdad quería este bebé?

-Jungkook, yo... no puedo, lo siento...

  Iba a seguir caminando para regresar a mi casa, pero una voz familiar me detuvo.

-Pero mira a quien tenemos aqui, a la perra que me prometió un último acostón y todavía no me lo ha dado.-

No tarde en poner mis ojos en blanco para poder seguir caminando.

-Adiós Jimin

-Ay nena, recuerda de quien soy hijo, puedo hacer que en menos de lo que canta un gallo a ti  y a el estúpido del profesor, los saquen de la escuela por estar revolcándose en los recesos.

-J-jimin tu no...

-Oh sabes que si lo haría, tu decides.

No puedo dejar que me expulsen y menos al profesor. Además mi mamá se esfuerza mucho con los gastos de la escuela, sería muy dificil entrar a otra a mitad del período.

-Está bien Jimin, acepto.

-Muy bien Soo, me encantan las inteligentes como tú. Te veo el viernes a las tres en mi casa, ya sabes donde es.

Antes de irse dejó un beso en mis labios, uno que limpié inmediatamente.

Soy una estúpida.