caperucita y el lobo contra el cazador

Aunque ya llevaba varias semanas como aprendiz de hechizera en casa de la abuela, el avance del entrenamiento de caperucita era lento. Al fin y al cabo su abuela tenía 90 años y no estaba para muchos rodeos. En cambio, caperucita estaba a punto de cumplir 16, con ellos podria entrar a la academia de magia, pero primero debía entrenar y aprobar el examen, para ello su abuela que fue una gran hechizera la estabahombrex instruyendo.
-Bueno cariño, me voy a hechas una siesta – Dijo la abuela al salir de la cocina en la que se encontraban ella y caperucita.
-okay – respondió la otra, y pensó, ¿ahora que debería hacer?
La abuela al notar la mirada aburrida de su nieta le propone -por qué no vas al bosque a dar un paseo y de de paso llevas tu cesta y traes unas frambuesas –
Solo me quieres de recadera… - pese a sus palabras caperucita ya había cogido la cesta y su caperuza. Esta última fue un regalo de su madre, que le permitía hacerse invisible, además de que se adaptaba al usuario, era muy útil así que la llevaba a todos lados, así la apoyaron caperucita .
Tiempo después, tras una larga caminata y haber llenado hasta arriba la canasta de frutos, regresaba a casa. Fue entonces cuando escucho el disparo de una escopeta, -un Hunter- pensó – no creo que la abuela lo escuchase, estoy lejos y ella esta casi sorda – no quería involucrarse en problemas, así que se puso la capucha de la capa y se hecho a un lado del camino. Y pese a estar totalmente invisible a todos, algo la agarro la y empujo hacia atrás, ella y otra persona calleron detrás de unos matorrales.
Caperucita quería girar la cabeza y ver la persona que tenia detrás suyo, pero la mano de esta cubría su boca, mientras que la otra agarraba su cadera inmovilizandola. Pero al observar, pudo decir que su mano era demasiado grande para ser de una mujer, y sin embargo sentía sus largas uñas en el rostro, además estaba siendo perseguido por un Hunter, solo podía significar que era una criatura mágica. Siguió analizando , cambio su mirada hacia las piernas de la criatura, estaban una a cada lado y en el centro ella, y pese a la extraña situación, su ojos se centraron en una de sus piernas, que se encontraba herida, probablemente por el disparo que previamente escucho.
Era cierto que caperucita no sabía demasiado de magia, pero su capa podría salvarlos, la criatura no la había utilizado de rehén para escapar, por lo que probablemente no tenga malas intenciones y sólo este huyendo… levantomcon cuidado su mano y toco la del chico para apartarla, ambas se deslizaron hacia abajo, entonces caperucita se desabrocho su capa de invisibilidad y cubrió a ambos.
Poco después, las pisadas del Hunter se dirigían a su posición. Su corazón latía rápido y estaba inmovilizada de miedo, escuchaba los pasos más y más cerca, entonces una mano se alzó por encima del arbusto, y lo aparto. Contemplaron a un hombre corpulento, llevaba una gorra y una escopeta, resultaba bastante intimidante, pero al no encontrar lo que esperaba se fue enseguida.
Caperucita, ahora más calmada, se giro lentamente y observo a la persona, si se podría decir así, que tenia delante suyo. Pelo color ceniza y ojos afilados color ambar, su tez también era un poco oscura, el era un hombre lobo. Supuestamente eran peligrosos, pero este estaba herido y no parecía malo. La chica agarro su cesta y le ofreció al chico las frambuesas, comio ella una para probar que no estaban envenenadas y posteriormente el chico cogió también, luego uso el paño que las tapaban para vendar su herida. Y finalmente pregunto:
-¿tienes a donde ir?- los hombres lobo cuando estaban en su forma humana eran igual que una persona cualquiera, así que seria capaz de entender
-…No- respondió y tras un breve silencio dijo – toda mi manada fue asesinada por aquel hombre- su mirada era apagada y perdida. Y aunque caperucita era inteligente y no tomaba decisiones apresuradas o a la ligera, de sus labios salieron las palabras:
-¿quieres venir conmigo? – Dijo poniéndose de pie y extendiendo su mano ante el – me llaman caperucita, y tu eres… -
-…Alguien que no quiere involucrarse con humanos- al parecer el lobo no resultó ser tan agradable como la chica esperaba.
-no seas así, te he salvado la vida, agradeceme- el lobo suspiro y finalmente tomo la mano de caperucita – soy levi – dijo al levantarse con cuidado debido al dolor de su pierna. -bueno, entonces gracias, ya te puedes ir… caperucita – pero como se suponía que fuese a dejar a levi allí con su herida.
- me temo que vendras conmigo, ese Hunter podría volver. Además te comiste las frambuesas para mi abuela, tendrás que ir tu mismo a pedirle perdón-
-¡estas loca! Como vas a dejar a un hombre lobo a tu alrededor, y si te atacó- dijo levi enfadado dejando ver sus afilados dientes.
- No lo harás, no eres malo, y aunque lo intentes, no podrías- caperucita pronuncio un conjuro mágico , que hizo levitar al chico, y este no se podía mover – bueno, vamos a casa de mi abuela a curarte- dijo retomando su rumbo mientras arrastraba al lobo detrás de si.
-¡oye, suelta el, dije que me sueltes! – se quejaba el lobo pero el aura que le rodeaba y hacia levitar, también actuaba como una burbuja que lo aislaba y no permitíaque el sonido se escuchase afuera, sin embargo el podía escuchar el exterior, caperucita sabía de este hecho, el hechizo lo había usado su abuela en ella , cuando era demasiado molesta y no quería lidiar con la joven.
Aprovechando esto caperucita dijo para incordiar al lobo -¡Qué bien, una nueva mascota!- el lobo se habia rendido, no había nada que pudiera hacer. Su mirada se poso en la chica, que tendría uno o dos años menos que él, luego levanto la mirada y vio en la lejanía una pequeña casita. La chica dijo sonriendo: bienvenido a tu nuevo hogar – El corazón de levi se lleno de calidez, sonrio y pensó -gracias por darme un lugar en el que - mientras una lagrima se resbalaba por su rostro.

Autora: Lucía fuertes