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Dicen que cuando anhelas que algo ocurra pronto, la espera se hace absurdamente eterna.

Seokjin estaba siendo víctima de eso.

Regresó a la ciudad muy tarde en la noche y solo tuvo tiempo de aventar su maleta y recostarse en esa gran cama de hotel hasta quedar dormido.

Si bien el descanso le fue de mucha ayuda, eso no quitaría las ganas que tiene de que la persona que más ama en el mundo atraviese la puerta del parque.

Mejor dicho, personas.

Seokjin es uno de los mejores abogados del país, siendo así alguien muy requerido por grandes empresas que solicitan profesionales dignos de defenderlos.

Y vaya que él sabía cómo hacerlo.

Una de las oportunidades más grandes para su carrera apareció dos años atrás, cuando le ofrecieron un buen puesto como abogado principal en una reconocida empresa de Londres.

Claramente fue una decisión que tomó mucho tiempo de analizar, ya que habían muchas cosas por las cuales no podía pensar todo a la ligera.

Entre ellas estaba su pequeña familia.

Seokjin conoció a Namjoon en la universidad. Ambos iban a distintas carreras, pero eso no fue obstáculo para que se conocieran en una de las fiestas ocultas que siempre se hacían los fines de semana.

Conversaron, se conocieron, intercambiaron números, y en unas semanas más ambos ya estaban saliendo oficialmente.

Desde eso ya han pasado nueve años, según los cálculos de Seokjin.

Cuando ambos se graduaron decidieron vivir juntos en el departamento de Namjoon - dividiendo los gastos diarios, claramente - hasta juntar dinero y poder comprar una casa grande, como para un equipo de fútbol completo.

Namjoon siempre quiso tener muchos hijos, eso lo tenía claro, y aunque la adopción era un poco difícil en su país, iban a buscar opciones.

La encontraron de la manera más inesperada posible.

Soojin era una de las meseras en la cafetería a la que Namjoon y Seokjin iban con frecuencia, ella siempre los trató amablemente y poco a poco se ganó la confianza de ellos, volviéndose amigos al poco tiempo y teniendo charlas fuera del trabajo. Incluso hubo ocasiones en las que ambos la esperaban al terminar su turno y se iban juntos a cenar.

Fue en una de esas tantas charlas en la que Soojin se quebró y les confesó que estaba embarazada, pero que no tenía a dónde ir ya que sus padres la habían echado de casa.

Ella tenía solo 19 años.

Está de más decir que ambos la apoyaron en todo momento, la llevaron al departamento y cuidaron de ella los 7 meses que duró el embarazo.

El día del parto, Seokjin sabía que algo no estaba yendo bien dentro del quirófano. Los doctores y enfermeras se movían por toda la sala, las máquinas soltaban sonidos extraños y los que salían no querían darle información.

Fue después de una hora que las noticias llegaron.

Soojin había dado a luz a un fuerte y sano niño, a pesar de haber nacido antes de tiempo; pero, lamentablemente, ella no había corrido con la misma suerte.

Seokjin lloró mientras se aferraba a Namjoon, ambos lamentando con lágrimas la pérdida de su amada Soojin.

Sin embargo, horas después de haberse encargado de todos los papeles necesarios, una enfermera se les acercó.

- ¿Kim Seokjin y Kim Namjoon? - preguntó la mujer, analizando sus rostros y esperando no haberse confundido.

- Oh, sí - respondió Namjoon mientras sostenía la mano de su novio - justo íbamos a buscarla para saber sobre el bebé.

return | namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora