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Capítulo 1

Harry tomó con fuerza mis piernas mientras yo las envolvía alrededor de su cintura. Apresuró el paso. Cuando pasamos bajo el letrero de área restringida en la playa, prácticamente estaba corriendo.
"Harry" grité abrazando su cuello mientras estallaba en risas. Éramos los únicos en aquella playa lo que nos dio la sensación de ser totalmente libres, el cielo estaba algo nublado pero algunos destellos brillantes se distinguían entre las nubes y la puesta del sol estaba al fondo, sobre el mar. Liberó mis piernas dejándome caer y sus labios se acoplaron junto a los míos en busca de evitar reclamos. Me apoyo contra una pared de alambre y sonrió en medio del beso. "Ven", Tomó mi muñeca con fuerza y me apegó a él. Caímos sentados sobre la fría y acolchada arena, ágilmente se subió encima de mí, "Quiero decirte algo" susurró chocando placenteramente su aliento contra mi cuello, presionó mi abdomen desapareciendo cualquier fuerza que hubiese hecho o querido hacer para acercarme a él, manteniéndome apoyada al suelo. Inclinó apenas su cuerpo para poder estar a mí misma altura, un beso rápido fue depositado sobre mis labios antes de permanecer pensativo y sentarse a un lado. Sus grandes manos capturaron mi cintura y me plantó sobre sus piernas "¿Qué?", pregunté bastante inquieta. Una sonrisa traviesa se dibujó sobre su rostro. Capté sus manos buscar dentro de uno de sus bolsillos hasta sacar unas llaves, "¿Me compraste un auto? Siempre quise un Ferrari aunque papá nunca me dejaría conducir, ni siquiera me compraría uno porque cree que soy irresponsable" Sonreí ampliamente al finalizar mi pequeño trabalenguas. Harry me observaba con el ceño fruncido y una sonrisa también, nunca logra hablar tan rápido como yo, en realidad habla algo lento. "No, lamento desilusionarte pero no te compre un auto, tendrás que conformarte con tener a Sherly" Contestó riendo, "Nunca me dejas conducirla" "Es mi primer Audi no tomaré el riesgo aún" Sabía que con "Aún" se refería a "Jamás", "Lo he estado pensando", dijo despacio y se apoyó de codos sobre la arena. Mis ojos voltearon en dirección hacia la puesta del sol mientras esperaba que continuara, "El mes pasado terminé de pagar la casa", me volqué a observarlo atentamente, "El lugar es mío", finalizó.

Mis ojos destellaron emoción. Sorpresa. Sus labios rosados dibujaron una media sonrisa y entonces me lance sobre él llenándolo de besos. Harry había deseado que ese lugar fuera completamente suyo por mucho tiempo, y finalmente lo consiguió.

"Eso significa que...", mi oración quedó cortada. Empuje el hombro de Harry recostándolo por completo sobre la arena a la vez que sus labios dibujaban una sonrisa pervertida.
"¡Terror Show!"-Gritó.

Reí tiernamente cuando invertimos de posición nuevamente. Besó mi cuello.

"Quiero que vengas conmigo" Dijo de repente. Su petición me dejo petrificada, literalmente, y mi mirada fue fija a él. Sonrió con aquella reacción, sus hoyuelos se profundizaron cuando levantó el rostro y comenzó a reír, "Amor, quiero que vivas conmigo" Dijo con la voz más profunda y ridículamente enternecida que jamás oí. Entreabrí los labios para hablar pero apenas pude asentir, me aferré a su cuello y lo besé.

***

Sostuve la liga entre mis dientes mientras peinaba mi cabello. Harry llegó sosteniendo los baldes de pintura en sus brazos y músculos sobresalientes mientras ejercía fuerza en colocarlos sobre la mesa, sonreí dando vueltas a mi improvisada cola de caballo y me acerqué a él.

"¿Café Paris o Prada?"
Palmeó sobre la tapa de cada uno.
"¿Qué son esos?"-Pregunté más interesada en los colores brillosos que sobresalían del saco.
"Las encontré abajo, hay bastantes brochas, quizás alguna sirva"-Dijo observándolas de reojo y volviendo hacia el balde que acababa de abrir.

Me agaché volviendo a subir con un par de frascos pequeños, observé la tapa de ambos que decían: "Harry Styles" con letra bastante desigual y chueca. Destapé el primero, los alrededores se encontraban secos pero un poco de ella aún estaba fresca, Harry se acercó a mí con una brocha, mientras ejercía el acto inmediato de besar mi mejilla por unos largos segundos, reí sin notar que hundía un dedo en el pote y manchaba mi otra mejilla, luego se alejó sonriendo.

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