IV

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Después de 3 días lo habían dado de alta del hospital, una semana más había pasado, estaba por terminar el día y a la mañana siguiente regresaría a la escuela. Supo por BaeHyun que los chismes sólo habían aumentado en el colegio. Ya todos sabían que Masahiko Nikiforov había vomitado al gran Dimitri, el alfa más deseado de todo el colegio a pesar de su fama. La verdad era que no quería volver a la escuela, pero no tenía otra opción. 

Viktor Nikiforov, era muchas cosas y entre esas muchas cosas, resaltaba su sobreprotección. Su padre lo había tratado como si de un muñeco de porcelana se tratase, no podía entender porque esa forma de protegerlo llegaba a puntos realmente extremos para él. No era como que se hizo un inútil total, solo ya no tenía apéndice. Pero aún así era su padre, se veía realmente incapaz de prohibirle esas muestras de cariño al hombre que en parte le dio la vida. 

Muchas veces había hablado con Yura sobre eso, pero siempre notaba una sensación de que su hermano mayor le ocultaba algunas cosas, a las cuales intentaba no prestarle atención, o por lo menos, no demasiada. 

¿Y por qué pensaba en la sobreprotección de su padre? Sencillo, ya podía imaginar lo que sucedería dentro de tres días, la verdad es que visualizaba tres situaciones. Que su padre obligara a Yura y a Beka a acompañarlo hasta su aula cargando sus cosas por él. La segunda era Viktor mismo llevando a su cachorro hasta su aula cargando sus cosas por él y la tercera y Dios y su familia sabían que Viktor era muy capaz de hacerlo y que era lo que menos deseaba, era a Viktor contratando a dos guardaespaldas para acompañar al cachorro hasta su aula cargando sus cosas por él. 

Su plan era pedirle a BaeHyun "cargar" sus cosas por él, pero no era como que realmente lo necesitara, o bueno, no según él. En algún momento si intento aventar la pedrada a media comida, pero fracaso cuando miro la cara preocupada de su padre. A veces se preguntaba cómo su madre había logrado dominar a un hombre como Viktor, pero también sabía que Yuuri era una persona bastante ¿tenebrosa? No sabía si llamarlo así, pero una cosa era segura Yuuri era un domador.

Fuera como fuera, sabía que solo podía suceder alguna de esas tres cosas y sabiendo el tipo de suerte que se cargaba últimamente lo más probable era que fuera la que menos deseaba. Decidió no pensar más en aquello, después pediría la ayuda de su siempre confiable mamá. Una de las cosas que más lamentaba sobre su apéndice poniéndose mamon, es que ya no podía cargar a sus hermanos o bueno, no durante un buen tiempo. 

Se encontraba acostado en su habitación, tenía puesta su música a un volumen bajo y podía escuchar claramente las risas de sus hermanos menores, quería jugar con ellos, pero no lo dejarían pues aún debía tener cuidado. Siempre se acostaba con los gemelos y dejaba que los pequeños se treparan en el como si intentaran escalarlo, pero claramente era de las cosas que no podía hacer. Desde que llego a su casa le habían prohibido hacer muchas cosas y se aburria fácilmente. Escucho a su madre llamarlo para comer, ese día tocarían el tema de su regreso a clases.

–Vamos Masa, se valiente, mamá te ayudara a pasar esta montaña– se repetía una y otra vez para salir directo al comedor, sentía los pasos pesados. Llego al comedor, se sentó lentamente en la silla y observo a todos, específicamente a su padre.

–Entonces para el regreso a la escuela...– comenzó a decir el mitad japones 

–Sí, justamente quería hablar de eso– respondió el platinado– Estaba pensando en mandar a dos de mis compañeros del trabaja, así estarás seguro y yo estaré tranquilo

–Papa no quiero

–Masa, sé que no que agrada la idea, pero es lo mejor para ti– Masa miro a su madre con ojos de súplica, Yuuri suspiro y comenzó a hablar

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2021 ⏰

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Una mirada al futuro - Secuela ViktuuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora