ʙᴀᴅ ᴀɴɢᴇʟ (ᴍɪɴꜱᴜɴɢ)

I - 1

Hyunjin arrastró a un demasiado enojado Minho por los infinitos pasillos de la academia, hasta que estos finalmente llegaron a dónde el rubio había sugerido dirigirse minutos antes.

Tras un rato de bajar miles y miles de escaleras, y cruzar varios pasillos ganándose las ya habituales miradas de otros alumnos al pasar por su visión periférica, Hyunjin y Minho llegaron al espacio de los contenedores de basura de la academia. Este sitio apartado y repudiado por alumnos y profesores, suponía un perfecto lugar para lo que ellos tenían pensado en hacer en esos momento, romper las normas de la escuela.

Chan y Changbin estaban apoyados en una de las tres paredes del recinto de basura, mientras que Jeongin estaba sentado en el suelo conversando con los otros dos.
Hyunjin se acercó a Chan y sin cordialidad alguna fue directamente al grano acerca de porque él y Minho se encontraban ahí.

"Channie~ Amigo, colega, compadre... ¿A qué le vas a dar maría a este pobre desgraciado que viene del despacho del director?" Hyunjin habló sin cordialidad ni respeto alguno hacía Chan, aunque este fuera dos años mayor que el rubio. Pero Chan ya estaba acostumbrado a las antologías de Hyunjin y no se molestó en absoluto. Además, Minho era peor.

"¿Cómo habéis acabado ahora en el despacho del director?" Preguntó el mayor pasándole la bolsita llena de droga y papeles a Hyunjin.

"Los vecinos se han quejado del ruido nocturno" Dijo Hyunjin entre risas fabricando la droga que iba a consumir en breves momentos y pasándole la bolsa a Minho para que este hiciera lo mismo "¡Yo no tengo la culpa de que ellos sean unos amargados que no sepan lo maravilloso que es el sexo!"

"¡Pfffff! ¡Joder, esto es mejor que la vez que casi es suspenden a Jeongin de la escuela una semana entera por ir a clase con un chupón!" Dijo Changbin entre risas y con las pupilas dilatadas.

Jeongin era conocido por ser el único chico el bueno de aquel peculiar grupo. Al ser el menor de todos y el único que se preocupaba por sus estudios y por no romper las normas de la escuela, y al menos si las rompía no era tanto como los demás, los demás miembros de su grupo de amigos le recordaban las pocas veces que había provocado un incidente con bastante frecuencia.

"¡Eso fue culpa de Chan hyung, no mía!" Se excusó el joven pelinegro mirando a su novio tres años mayor que él con cara de 'eso fue tu culpa y lo sabes'.

"¡Igualmente! ¡Cuando no sé quién me lo contó fue la hostia! Estuve riendo por dos horas de que el pequeño Jeongin hubiera acabado en el despacho del director." Río Changbin mientras seguía fumando su maría.

"Ni que fuera un feto, solo eres un año mayor que yo Changbin hyung" Protestó Jeongin.

El como habían acabado Jeongin y Chan en una relación era algo que ninguno de los presentes, nadie de la escuela, nadie del profesorado, nadie en el universo entero, ni siquiera los propios implicados eran capaces de explicar.

Jeongin era conocido por ser el jovencito con mejores notas de su promoción, por ser alguien que siempre estaba dispuesto a ayudar a sus compañeros y una persona que, en definitiva, era marcado como un ejemplo a seguir por sus profesores.
Mientras tanto Chan, era conocido por haberse pasado todos los cursos anteriores previos a su año como senior copiando exámenes o robando las respuestas de estos, por ser el que organiza mejores fiestas de toda la academia y sobre todo, por conseguir todo tipo de drogas y alcohol a pedido del consumidor y vender estas a casi toda la escuela, o al menos a aquellos que consumían.

Por eso, cuando una de las chicas populares y cotillas de la escuela pilló a Chan y Jeongin besándose a escondidas en los baños del instituto, se lo contó a absolutamente toda academia con verdadera sorpresa, haciendo que todo el rumor se extendiera y que no hubiera nadie al final del día que no se hubiera enterado.
Nadie hubiera imaginado que dos personas tan diferentes acabarían siendo pareja, y menos aún tratándose de una pareja homosexual.