Sin principio ni final uwu

55 1 0
                                    

-¡Cami,cielo el desayuno esta listo!-exclamo desde el inicio de las escaleras pero no obtuvo respuesta, supuso que estaba dormida ,así que subió escaleras arriba para despertar a su pequeña cuñada, que consideraba como una hija.

Subió las escaleras y doblo a la derecha donde se encontraban las habitaciones principales, paso por la suya la cuál tenia una puerta de color chocolate y se paro en una puerta de color blanco con posters de bts y distintos tipos de pegatinas.

Toco la puerta pero no se escucho ninguna respuesta de parte de adentro así que tomo el pomo de la puerta y la abrió.

La pequeña castaña de 15 años estaba dormida abrazando su pequeño peluche de albaca favorita, hecha bolita ya que tenia un poco de frío en sus pies, que era totalmente normal ya que siempre están fríos.

Sonrió enternecido mientras se colocaba en cuclillas y apartaba el cabello en su cara.

-Cami, es hora de tomar el desayuno-la movió un poco pero la chica se cubrió más con las sabanas-vamos cariño, ya es viernes y mañana empiezan las vacaciones navideñas-ante lo dicho la pequeña adolescente abrió un poco sus ojos, haciendo sonreír a Félix.

-Buenos días-bostezo-Oppa-se taño un ojo con flojera, mientras se iba sentando en su cama.

-Buenos días cariño-le dio un beso en la frente-¿Ya sabes lo que te vas a poner?- la castaña asintió frenéticamente -bien, cámbiate en el baño aquí te espero.

Camila se separo de su cama con dirección al baño en su habitación ,mientras que su cuñado la esperaba en su habitación. Al salir quedo un poco sorprendido por lo que traía encima.

-Camila ¿Esa no es mi sudadera que me regalaron el año pasado en mi  cumpleaños?-pregunto confundido.

La castaña vestía una falda blanca junto con mallas blancas y zapatos negros, pero lo que le sorprendió fue la sudadera de color verde claro que le quedaba un poco (mucho) grande que hasta cubría sus manos.

-Sip, ayer estaba esculcando para ver que me ponía pero ninguna de mis sudaderas me gustaba, así que fui al armario de ustedes y me encontré con esta belleza-dijo levantando las manos-también agarre una de las sudaderas blancas de Andres ¿Te gusta como me queda?.

Ciertamente se le miraba muy tierna la sudadera y quien la viera no crearía que fuera de hombre sino de mujer pero de una talla mucho más grande que la suya.

Digamos que a Félix a veces escoge sudaderas un poco femeninas.

-Te queda bien cariño, pero ¿Segura no quieres cambiarte por algo más?-la menor negó ante la pregunta a lo que Félix no pudo hacer nada-Bien, vamos a bajo-el oji morado tomo en brazos a la oji avellana, que era un poco más baja que las chicas de su edad, y salió de la habitación con dirección a la cocina.

Al llegar a la cocina vieron a jennie terminando de hacer el desayuno y al castaño mayor tomando su jugo de naranja sentado en el comedor mientras veía algunos asuntos de la empresa desde su teléfono.

-Annyeonghaseyo Oppa, Annyeonghaseyo Unnie- Saludo aun en los brazos del pelimiel

-Annyeonghaseyo cami- Correspondió felizmente la chica mayor

-Annyeonghaseyo pequeña- Andres se levanto desde su asiento para tomar en brazos a su hermana quien se aferro a su cuello en modo de abrazo

- Ya están listan las crepas cariño ¿Quieres frutos rojos?-pregunto jennie, rápidamente la castaña exclamo un si ya que eran sus frutas favoritas.

-¿Ya desayunaste Andres?-pregunto sentada entre Andres y Félix, sabia que su hermano no era fanático de la comida dulce y que no comería crepas

historias que escribo al azarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora