No Se Que Paso

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-Vivan los novios- lloraban de alegría Genma y Soun.
- Te quiero tanto mi vida- le decía Ranma a Akane, todos estaba  ya celebrando, hasta que a Nabiki se le vino a la mente la maravillosa idea de preguntar, - Akane te sientes bien? - ahí fue donde todo se vino abajo, ellos comieron el hongo medicinal, y pronto volvían a insultarse y verse mal.
Muy tristes por qué no se pudo concluir la esperada boda, pero bastante descansados y con una nueva aventura en el álbum familiar, regresaban todos a casa, Akane se arrimo a Ranma sigilosamente y le pregunto en voz baja - Ranma recuerdas algo de lo que estuvimos haciendo? - lo miraba con ojos expresivos y llenos de duda - No, la verdad recuerdo sólo hasta donde salimos del templo hacia el hongo medicinal, después de eso todo está en blanco- fue la respuesta de él, el tema se dio por terminado.
Un par de meses después, se escuchaba un Ranma furioso escapando de sus autoproclamadas prometidas, Shampoo quería que comiera unos panes al vapor que aseguraba no tenían nada malo a pesar de su aroma algo peculiar, Ukio corría detrás de ella asegurando que "Ran-chan" sólo comería sus deliciosas pizzas japonesas, y Kodachi corría como loca detrás de ellos esperando sacar algo de provecho, en eso estaban cuando Ranma vio algo que llamó su atención, del consultorio del doctor Tofu salía Akane junto con Ryoga con la cara más espantosa que jamás vio, en una excelente y estratégica maniobra pudo perder a las locas que lo perseguían y se aproximó a donde estaba su prometida oficial. Justo iba a saludarlos cuando Akane comenzó a llorar, y Ryoga solo atinó a abrazarla - No se que haré Ryoga, necesito desaparecer de Nerima, no de Japón creo que mejor del mundo- sollozaba inconsolable, - No te preocupes saldremos adelante-trataba de consolarla su eterno enamorado secreto. - Es que, si en verdad estoy embarazada no se como reaccionara mi familia-
En ese momento Ranma sintió que su alma voló a otro lugar, no sabía si había muerto mientras escapaba de las locas de Nerima y había llegado al infierno, Akane? Su Akane, embarazada? Y, de quien? Quien pude ser el maldito ser vivo que se atrevió a profanar a su sagrada y amada prometida, quien pudo ser tan vil y miserable que se aprovecho de su dulzura y amabilidad, por que aquello debió ser a la fuerza, ella no pudo haberse entregado por voluntad, ya que ella sabía que le pertenecía a él por derecho, solo a él podía entregarse en cuerpo y alma, había visto varias veces en sus ojos ese amor que inútilmente juraba no sentir por él, hacía ya tiempo que notaba que para ella el era ese hombre que iba a sacar todo el amor que tenía para entregar, pero, y si se había equivocado, si había errado las señales, tal vez si había amor, pero no para el, pero entonces, para quien? - -Espera un momento-- dijo para sí, un muy confundido Ranma - Ryoga dijo "saldremos adelante" seguramente es de ese maldito cerdo- todo encajaba perfectamente en su mente confundida, de quien más si no de él, si no por que la acompañaría, habrá sido consensual o la habrá tomado a la fuerza, - quizá mientras dormía con el en su forma maldita, mientras ella descansaba en su lecho sin nada que temer, el maldito se sintió con derecho de reclamar su cuerpo se convirtió en hombre y se aprovecho de ella- se decía mientras caminaba, hacía la casa con un semblante lleno de derrota - si seguro eso pasó, pero? entonces? , por qué busco consuelo en el? - no pudo evitar que una lagrima traicionera cayera por su mejilla. Lamento en silencio por haber tardado tanto en decirle lo que sentía por ella y por ser tan mentiroso al llamarla tantas veces fea, plana, marimacho y tantos otros apelativos que dejaba salir sin tiento, llegó a su casa y subió a su pieza, listo para comenzar a empacar, no quería estar ahí cuando Akane anunciará su embarazo, quizá todos pondrían el grito en el cielo, pero estaba seguro que si ellos explicaban que lo habían echo por amor sus hermanas los apoyarían, y si  ofrecían continuar con el legado del combate estilo libre, hasta su padre, Soun estaría feliz de recibir a Ryoga en su familia. También era un buen guerrero, no a su altura claro está, pero quizá ahora con la fortaleza que ella tenía para ofrecer el podría mejorar y así ofrecer un buen futuro al dojo que un día pensó que sería su legado.
Mientras sacaba su vieja maleta escucho unos pequeños pasos ir hacia el, y cuando alzó la vista pudo ver a su pequeña amada, sus ojos no podían con tanta luz, de ella emanaba un aura tan tierna que por un momento sintió la terrible necesidad de envolverla en sus brazos y protegerla de todos y de todo, quería besarla hacerla suya para borrar cualquier rastro de nadie en su piel, se dio cuenta que sus ojos estaban rojos. - Tal vez lloro mucho- se dijo en voz tan baja que ella no alcanzó a escuchar. - Ranma podemos hablar, tengo algo muy importante que decirte, yo... - antes e que ella enterrara el puñal el dijo con voz firme, tratando de ocultar su miedo- No te preocupes, ya se lo que sucede- se dio la vuelta y añadió-te vi saliendo del consultorio del doctor Tofu, y alcance a escuchar tu platica con Ryoga-
Akane abrió sus ojos tanto como pudo y aunque trató de detenerlas, de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas amargas, - No se lo que pasó, lo juro- ahí estaba, su pesadilla se estaba volviendo realidad, "no se lo que pasó pero, me enamore de Ryoga" completo su mente, pero su cuerpo no quería escucharlo con la voz de su amada, así que comenzó a caminar hacia la puerta, - Espera, no crees que Ryoga tenga razón- grito su verdugo antes de que el escapara, razón de que? De qué saldrían adelante, sería hipócrita si le deseara felicidad, no podía quería salir de ahí ahora mismo- Si es que tiene razón, no me importa, la verdad es que no quiero saber nada de ti, o de eso que cargas en tu vientre - Escupiendo esas palabras salió de la habitación sin mirar atrás, no sin antes escuchar como esa mujer que pensó iba a compartir con él toda la vida, se desplomaba en el suelo y comenzaba a llorar, tan amargo y sentimental que por un momento tuvo ganas de destrozar su orgullo e ir corriendo a abrazarla y besarla, jurarle amor eterno y quedarse con ella aún en contra de su voluntad, pero una vez más el orgullo peso más que el amor. - No se lo que pasó? - repitió y sonrió amargamente, - yo si se lo que paso, me mataste Akane, me mataste-

Después del templo de los hongos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora