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➮ OO1˚₊·

𝗠𝗲𝗲𝘁𝗶𝗻𝗴

Todos sabían que el debut de un nuevo grupo de la empresa SM sería inminente. Hacía cuatro años que NCT había debutado, dos desde que WayV lo hiciera.

Es por eso que, cuando Lee Sooman confirmó que estaban preparando un nuevo grupo que debutaría a finales de año, a nadie le sorprendió la noticia. Sin embargo, muchos comenzaron a dudar y preguntarse si se trataría de un nuevo grupo mixto, como lo era NCT, pues viendo el impacto y el buen recibimiento que tuvo Mulan en el grupo, quizá estarían pensando en volver a hacerlo.

Sin embargo, esta vez no sería así.

En noviembre del 2020 debutaría un nuevo grupo femenino que, sin duda, dejaría la boca abierta a muchos de los fanáticos del kpop, aespa.

Bonnie chateaba contenta con su hermano mientras abría el Tupperware de su tonkatsu y esperaba a que el jefe la llamara para pasar a la oficina.

No tenía preocupaciones ninguna, simplemente creía que se trataría de una reunión normal y corriente para hablar de su rendimiento en la empresa y su fecha estimada de debut, así que no le veía sentido a estar nerviosa o preocupada.

Sin embargo, mentiría si dijera que, cuando por fin entró a la oficina, sintió como sus ojos estaban a punto de salir de sus órbitas al enterarse de que Lee Sooman tenía planeado su debut para dentro de tres meses.

Y es que no podía evitar sorprenderse, tan solo había estado entrenando durante pocas semanas. Si bien era cierto, que había demostrado sus grandes dotes en la industria musical con sus composiciones, danza, rap, vocales y visuales, aún sentía que era algo precoz y repentina aquella decisión.

Ni si quiera conocía a las chicas con las que debutaría, y no podía negar que estaba algo preocupada de no conseguir hacerse cercana a ellas, que todo se sintiera incómodo teniendo en cuenta el poco tiempo que llevaba siendo trainee. No quería que la vieran como una aprendiz, incapacitada para ello.

Sin embargo, no le negaría tal decisión a su jefe, si él así lo había decidido es precisamente porque la veía preparada para ello.

Y Bonnie tenía claro que no defraudaría ni a su jefe, ni a nadie.

Cuando el Staff la guió a la sala donde antes había dejado su tonkatsu sin comer y ahora se encontraban las demás integrantes, no pudo evitar que su corazón latiera con rapidez.

Pensaba mil y una manera a en las que actuar para que no tuvieran una mala impresión de ella, como hablar y qué decir exactamente. En ese momento, su móvil vibró con un mensaje de su hermano.

Hey, les caerás genial, estoy seguro. Solo sé tú misma. ¡Fighting Little Bunny! ¡Ya queda menos para que cumplas tu sueño!

Bonnie sonrió y sintió que sus nervios se calmaron en magnitud en cuanto leyó el mensaje.

-Es aquí -dijo el staff señalando la puerta-. Estaréis vosotras cinco solas para que podáis conoceros sin presión alguna. Si tienes algún problema o necesitas algo, estamos en la habitación de al lado.

Bonnie asintió e hizo una reverencia de agradecimiento. Esperó a que la mujer se marchara lo suficiente para ahora inhalar y exhalar con profundidad antes de entrar a la sala.

No tenía ni idea de qué esperar. Teniendo en cuenta que ha pasado los dieciocho años de su vida viviendo en Canadá, no tenía mucha idea de cómo era la cultura y la gente coreana, o asiática. Si bien era cierto, que su padre era coreano por lo que conocía el idioma y alguna que otra tradición, no estaba familiarizada con la cultura.

-Buenos días -habló cuando entró en la sala.

Las cuatro chicas se levantaron casi en sincronía y le hicieron una reverencia, educadamente, que imitó como respeto. Todas eran extremadamente preciosas y cautivadoras, si le preguntaban a Bonnie.

Las examinó una por una, a medida que se presentaban, atrapada por la inmensa belleza y amabilidad de cada una de ellas. Los únicos asiáticos que ella conocía eran, además de su familia, alguno de los amigos de su hermano y su gran amiga Somi.

-Me presento. Yo soy Yoo Ji Min, encantada de conocerte. Espero que podamos llevarnos bien y trabajar bien juntas -comenzó la más alta de todas. Si bien era cierto, que su belleza era deslumbrante, para el juicio propio de Bonnie tenía cierto parecido a un alienigena, debido a su rostro tan simétrico y perfecto, sin ánimos de ofender.

Bonnie asintió y le agradeció con una sonrisa, le sorprendió bastante ver lo alta que era, sin duda.

-Yo soy Uchinaga Aeri. Te sorprenderá mi nombre, soy mitad japonesa y mitad coreana. Espero que podamos llevarnos bien -repitió, también con amabilidad.

Bonnie realmente quedo sorprendida con su cuerpo tan perfecto, sin duda, quería ser como ella.

-Buenos días, mi nombre es Ning Yizhuo, soy china, del año 02 y la más joven -afirmó ahora con demasiado respeto y amabilidad la chica más baja.

Su sonrisa y su preciosa voz cautivaron a Bonnie por completo, además de su belleza y parecido con Jennie de Blackpink, tenía claro que era una persona muy respetuosa y amable.

Prestaba tanta atención a las chicas que se habían presentado, que no se había dado cuenta de que una de ellas aún no lo había hecho. No fue hasta que Jimin le dio un codazo a la chica, que se percató de lo que hacía.

La chica que parecía sacada de un cuento de hadas, estaba demasiado concentrada comiendo y saboreando el delicioso tonkatsu que Bonnie había dejado en la sala porque la habían interrumpido antes de poder comer. Aunque ahora de poco le servía, ya que la chica se lo había zampado.

Tal fue la sorpresa que se llevó al recibir el codazo de su mayor, que se atragantó con el tonkatsu y tuvo que beber un poco de agua antes de incorporarse de nuevo y presentarse.

-¡Hola! ¡Yo soy Min Jeong! ¡Encantada de conocerte! -habló de la forma más tierna y divertida posible, pues aún tenía un poco de comida que había acumulado en sus mejillas para poder hablar con claridad.

Incluso a pesar de que se hubiera comido su tonkatsu, Bonnie estaba tan entusiasmada y feliz de saber que las cuatro eran realmente amables y educadas, que ni siquiera le dio importancia a ello.

-Encantada de conoceros a todas -se sinceró, con una reverencia que las demás imitation contentas-. Yo me llamo Bonnie Moon, soy de Vancouver, Canadá. Mi nombre coreano es Moon Seo Min, podéis llamarme como os sea más fácil. Yo también espero que podamos llevarnos bien.

Las cuatro chicas sonrieron y asintieron satisfechas, sacándole un suspiro de alivio a Bonnie y haciendo que todas rieran.

No tardaron mucho tiempo en volverse cercanas, tenían tres meses para preparase para el debut, y de momento se encargarían de conocerse mejor.