...

19 2 1
                                    

Carta a la muerte:

Estimada amiga mía. He visto que has rondado de manera usual y mi país te ha puesto con mucho estrés. Creo que es un poco difícil ir por tantas personas. Te escribo por un motivo muy peculiar, aquella vez que te conocí no temí en ir contigo, más sin en cambio me dijiste que te hallabas molesta porque aún no era mi tiempo. Suplique que me llevaras incluso si iba en contra de la naturaleza y te negaste rotundamente.

Después de minutos llorando me prometiste verme más pronto de lo que creía. Sonreí tímidamente sabiendo que sería verdad. La muerte no es algo con quien se podía bromear.

Los días pasaban con lentitud y en las madrugadas me comenzaste a frecuentar, fuiste mi amiga más sincera. Mi vida comenzaba a tener más sentido y felicidad. Veías que mi sonrisa tan grande eran los restos de mis lágrimas. Te gustaba verme sonreír. En uno de esos días te conté sobre una persona importante para mí, tú sabias que llegaría, y no me lo dijiste. Gracias.

Sé que nos dejamos de ver por un tiempo y que cada quien tomo un camino, no nos olvidamos en ningún momento.

Las cosas parecen volver a ser iguales pero este dolor es diferente es una ardiente sensación que quema por todo mi cuerpo. Quiero que vuelvas y platicar una vez más.

Ayer creí verte en las vías del tren, me estabas llamando. Pensé que era un sueño hasta que me vi a la orilla del andén. Di un paso atrás justo a tiempo. No quiero irme en este momento.

Querida amiga sé que hemos pasado por muchas ocasiones esta decisión pero no quiero dejar lo que tengo. He podido conseguir lo que hace mucho tiempo quería y por lo que muchos se burlaban asegurando que no lo tendría. Estoy siendo feliz y no quiero morir. Una oportunidad te pido, déjame vivir hasta que realmente este segura que es mi hora.

ATTE:

UNA VOZ EN EL SILENCIO

CARTA A LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora