María, María, María,
aun gemía mi alma adolorida,
sin piedad sometida,
y como con saña atormentada.
Mi corazón sin salida acorralado,
se suicido mientras podía,
dejando un hilacho de alegría,
suspendido entre comillas.
Mi vida en coma y como
ahogada por mí saliva,
se debatía entre la verdad,
que me dolía y mi mentira,
que aun no me dejaba morir.
María, María, María,
fue lo último que diría,
mientras mis lagrimas sin cesar,
enjuagaban mis heridas,
y mi mente su rostro construía
para confortarme mientras moría.
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KATUCHA
Poetryestos poemas son una descripción de lo que fue mi vida con ella "KATUCHA"