Era un día como cualquier otro en el colegio, aburrido como de costumbre, pero eso cambió en el momento en el que la profesora entró al aula, al lado de ella se encontraba un chico, nos explicó que sería nuestro compañero y que esperaba que lo ayudaremos a sentirse cómodo y llevarnos bien con él, mientras la profesora seguía hablando el mantenía la cabeza agachada sin decir ni una sola palabra, al principio pensé que era un chico bastante tímido, tal vez hasta engreído o antipático, pero recordé que no es bueno juzgar a alguien por su apariencia. Cuando la profesora terminó de presentarlo le dijo que tomará asiento en algún lugar vacío, el decidió sentarse frente a mí. ¿Mencioné algo sobre él, no? Jajaja...
Perdón, perdón. Su nombre era Oliver, tenía cabello negro ondulado, piel blanca, ojos grandes color miel con unas pestañas largas y rizadas, cejas pobladas pero bastante definidas, la forma de su cara era muy fina como si hubiera sido dibujada cuidadosamente, tenía labios delgados, no era muy delgado pero tampoco muy robusto...
Ahora que lo pienso, él no era desagradable a la vista, hasta me atrevería a decir que era bastante atractivo...
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Por si nos volvemos a encontrar...
RomanceMe hubiera gustado el saber el porqué, por qué decidiste un día simplemente desaparecer de mi vida, dejándome atrás y sin ninguna oportunidad de volver a verte...