Capitulo 28: Menea tu chapa.

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Menea tu chapa, tu chapa, tu chapa, tu chapeeeee.

Menea tu chapa, tu chapa, tu chapa, tu chapeeeee.

Menea tu chapa así estilo sensual. Cha-chapa así, estilo sensual.

Ay ay ay, me gustan las chapas que suenan catapla.

Catapla, catapla, catapla.

Ay, ay, ay, ay.

Las voces se acercaban a mi habitación. La canción subía de tono, el duo que estaba dando el pequeño espectáculo hacían más ritmos y cambiaban de canción.

¿De dónde es?

¿En que lugar se enamoró de ti?

¿De dónde es?

¿A qué dedica el tiempo libreeeeeee?

Preguntaleeeeeeee.

Esas voces se me hacen demasiado conocidas. Y lo peor de todo es que mi subconciente sabía de quienes eran esas voces. sabía perfectamente los dueños de esas terribles tonaciones que seguro hacían que las enfermedades que tenían los paciente de este hospital huyeran antes de ser pronosticadas. Fernando estaba leyendo una revista en el sofá junto a mi. Había pasado la noche conmigo y a decir verdad mi odio hacia el disminuyo un poco al momento de ver como su nariz y su mejilla se inflaba al comer gelatina.

¿Quien se infla comiendo gelatina?

Ah pos el.

Sonreí recordando las palabras absurdas que me había dedicado anoche, Al yo bajarme para recoger la batería de mi celular.

"Con ese culo te invito hasta a cagar en mi casa"

Su mejilla todavía tenía mis dedos marcados.

Arrugo su frente mientras acercaba la revista más a el.

-¿Como es posible esto?-Con indignación arrojó la revista lejos de el y se sacudió como si un escalofrío recorriera todo su cuerpo.-"Como comer niños envueltos" ¿crees que ese artículo tiene una enseñanza al mundo? Por que vamos, ¿quien no quisiera aprender a comer niños envueltos? Delicioso, la delicia de la semana.-Hizo su sarcasmo más pronunciado al alzar sus cejas hasta casi el crecimiento de su frente. -Eso-Señalo la resvista-Eso es una inmundicia, es infamia. Es anti moral, iré a quejarme-Se acercó a la puerta en el momento en que Max la abrió cantando en tono alto.

-Es un ladrón, que me ha robado todoooooooo.-Abrió sus brazos y cerro sus ojos. Sintiendo las letras de la maravillosa canción que estaba dañando con su pésima voz.

Lucas hacia girar sus manos atrás de Max haciendo un efecto de teatro.

-¿Que les paso a tus manos?

-Son manos de jazz, pero que sabrás tu. Simplemente mírate, pareces un pescado.

-¿fue eso una ofensa?-Me coloque la camisa encima de la franela que ya tenía puesta dejándola abierta, me sentía comoda.

-Seh.-Miro al suelo encontrándose a un Fernando sobandose el nacimiento de su nariz. - ¿Hermano que haces ahí tirado?-Lo ayudo a pararse y luego lo abrazo. Fernando arrugo su nariz y alejó a Lucas de el.

-Apestas a semen.

-Gracias-Lucas sacó todos sus dientes en una sonrisa y alzó su barbilla orgulloso.

Mi vecino es retardado.

-¿Sabes menear tu chapa?-Max tomo el pudín que había dejado a un lado en la bandeja de mi almuerzo. El pánico acelero mi corazón e hizo que corriera hacia el para quitarle mi más apreciado tesoro.

¡Simplemente mi vida! [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora