En una cuna se ve a una bebé de 11 meses pelo rosa y ojos cafés, su nombre Isabel quien apenas acababa de despertar al despertar salió de su mantita y gateo hasta la parte de su cuna que estaba frente a la puerta de su cuarto y espero a que esta se abriera, lo cual no tardo ya que por ella entró cierta pelirosa muy conocida
Aria:que tal mi niña? *pregunta a la bebé*
La bebé al ver a su madre rápidamente extendió sus pequeños bracitos hacia arriba en señal de que quería que su madre la cargara, cosa que no tardo en pasar ya que la pelirosa tomo a la bebé en su brazos y la comenzó a mecer lo que puso muy feliz a la bebé la cual no dudo en expresar su alegría hacia su madre
Aria:yo también te quiero mi pequeña *deposita un beso en una de las mejillas de la bebé*
Al sentir el beso la bebé empezó a reír sin embargo su risa no duro mucho ya que su expresión se convirtio en una de molestia ya que la pequeña tenia hambre por lo que no tardaría en empezar a llorar
Aria:tranquila mi niña *deposita a la niña en su cuna* amor puede venir a cuidar a Isabel en lo que preparo su leche *dice mientras camina hacia la puerta*
Aristeo:claro mi bella reina *entra por la puerta y le da un beso a su esposa*
Aria:gracias amor *sale del cuarto*
Aristeo:que tal mi princesa *se levanta las gafas y deja a la vista sus ojos* como esta la niña más hermosa *le sonríe*
A pesar de que a la pequeña le gustaba pasar tiempo con su padre su molestia por el hambre que tenia le impedían alegrarse por la compañía de su padre algo que el pelinegro noto rápidamente por lo que busco algo para alegrarla y lo encontró tratándose del peluche de la pequeña un haxorus de peluche que su abuela le había regalado
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Aristeo:*toma el peluche y lo observa* (a Isabel un haxorus y a mi garchomp) *piensa el pelinegro* oye mi princesa mira *mueve el peluche frente a la pequeña para llamar su atención*
La bebé al ver su peluche frente a ella fijo su mirada lo que la hizo olvidar su mol molestia por hambre lo hizo que tan pronto como tuvo cerca el peluche lo tomo con sus pequeñas manos y lo abrazo para después mirar con una sonrisa a su padre quien le revolvió el pelo a la pequeña que la hizo reír para después ver como su padre le hacia caras y gestos que hicieron reír tanto a la bebé que le dolió la pancita para después brincar en su cuna en señal de que quería que su padre la cargara cosa que el pelinegro no tardo en hacer
Aristeo:que tal mi princesa como estas? *pregunta muy alegre a su hija*
la bebé simplemente le sonrío a su padre mientras este la cargaba y aunque quería abrazarlo no podía ya tampoco quería soltar su peluche sin embargo no tuvo que hacerlo ya que su padre la abrazo con todo y peluche abrazo al cual rápidamente correspondió
