Rainbow Veins (Bokuaka)

Capítulo 1 (Único)

Bokuto Koutarou pensaba en sí mismo como muchas cosas, pero sobre todo fuerte, intrépido y duro. Cuando tenía 15 años y se rompió el brazo después de realizar una maniobra de voleibol muy arriesgada con su mejor amigo Kuroo Tetsurou, resultó que no era nada de eso.

Actualmente se encuentra en la sala de espera del hospital más cercano a su escuela, demorado en una de las sillas con el brazo derecho cubierto con yeso blanco. Aún le dolían los ojos por las lágrimas de dolor que había derramado y, en general, estaba de muy mal humor.

"Esto es toda tu culpa", murmuró a su mejor amigo que estaba sentado a su lado.

"Deja de ser un bebé. Fue idea tuya, no mía. Asumir responsabilidades ".

Ese comentario lo hizo resoplar. "Mira quien habla."

Tetsurou solo respondió con una risita lo que lo hizo levantar su brazo todavía intacto.

Sin embargo, antes de que pudiera golpearlo, sus padres regresaron acompañados por un médico. Koutarou se congeló al ver el tejido entre los dedos de su madre y las lágrimas en sus ojos.

Instantáneamente agarró la manga de la camisa de su mejor amigo y se volvió hacia él con los ojos muy abiertos.

"¡Lo sabía! ¡Lo sabía malditamente y es todo tu culpa, idiota! Entonces se apartó de Tetsurou de nuevo, echó la cabeza hacia atrás y los dedos tiraron de su cabello plateado. "¡Nunca más podré jugar al voleibol!"

"¿Podrías dejar esa molesta pelota de voleibol tuya por una vez y escuchar lo que el doctor tiene que decir, Koutarou?"

Dicho niño solo tragó saliva y cerró la polilla en un instante. Su padre casi nunca hablaba tan en serio, pero cuando lo era, daba miedo.

Oh Dios. Iba a morir ...

Realmente no lo ayudó a calmarse cuando el médico comenzó a hablarle en voz muy baja. Como si fuera un niño que estuviera a punto de estallar en lágrimas en cualquier momento porque se le cayó su cono de helado. De acuerdo, tal vez realmente comenzaría a llorar cuando se le cayera el helado, pero solo porque el helado estaba delicioso y no porque fuera un niño. Ahora estaba en la escuela secundaria y era muy maduro.

Sintió el codo de Tetsurou chocando contra su costado en un doloroso intento de llamar su atención. "Amigo, ¿estás escuchando?"

Volvió a centrar su atención en el médico en el momento en que dijo algo sobre las radiografías que tenía que hacer y un tumor en una de las radiografías. Sus ojos se abrieron instantáneamente por el pánico.

"¡Mamá!"

Se volvió hacia su madre expectante, como si le dijera que todo lo que acababa de decir el médico era solo una broma o algo así.

La elegante mujer se sentó a su lado y tomó su mano sin yeso entre las suyas.

"Kou, cariño, no hay necesidad de entrar en pánico ahora, ¿de acuerdo?"

Tu madre tiene razón. Es una suerte que los médicos lo hayan descubierto tan pronto. Nadie quiere imaginar lo que hubiera pasado si no te hubieras roto el brazo hoy ". Su padre todavía se veía bastante serio, pero había una pequeña sonrisa adornando la esquina de sus labios. Sin embargo, no hizo que Koutarou se sintiera mucho mejor.

"¿Ver?" Tetsurou se mezcló. "Así que hoy te he salvado la vida. Deberías estar agradecido, hombre ".

Solo le lanzó a su mejor amigo una mirada molesta. ¿Era el único aquí en pánico por tener un maldito cáncer?