Una niña en la calle, con ropa malgastada y maltratada se comienza a quejar.
-El frío me esta molestando ¿Mamá? ¿Papá?
La niña está sentada al lado de un basurero, cada vez más se abraza a si misma, con la poca fuerza que tiene, esperando sentir calor, de repente su cuerpo exige comida.
-¿Qué tenía de especial ese polvo blanco que consumían papá y mamá? … Quiero comer.
La niña empieza a masticar su cabello.
Por ahí pasaban un niño con su madre y padre.
-¡Ay mamá! ¡Yo me muero sino funciona mi PlayStation!
-Vamos cálmate, de seguro no es muy grave el daño que le hiciste.
-¿Cuánto costará arreglarlo? ¿ochenta? ¿cien? Bueno no importa.
La niña escuchó la conversación.
¿La familia ignoró la presencia de la niña?
-Oh pobrecita.
Fue lo único que dijeron.
De la niña salieron las siguientes palabras.
-Me gustaría quejarme igual como ese niño, sin preocupación a tales cosas materiales.
Pocas son las fuerzas de la niña, siente más frío.
-Apreció el frío, pero …
El frío es lo único que tiene.
-Cof cof … el frío se vuelve molesto y a la vez siento más hambre.
De repente alguien se acerca, viste muy inusual.
-Una niña de doce es esta vez.
-¿Tú quién eres?
-Soy el encargado de recogerte.
-Tú eres la muerte ¿No?
-Si.
Más y más frío siente la niña.
-¿Cómo se siente el frío?
La muerte se sienta junto a la niña.
-Molestoso, aunque me gusta más cuando es verano.
-Te gusta entonces.
-Si, lo apreció.
-Niña ¿Qué odias?
-El polvo blanco.
La niña está perdiendo fuerzas.
-Señor muerte ¿Me deja abrazarlo?
-Claro.
Procedió a abrazar a la muerte, pero eso tiene consecuencias.
-¿Sientes más frío niña?
La muerte abraza a la niña.
-Siento que el frío me abraza.
Parece que a la gente no le importa la presencia de la niña.
La muerte comienza a preguntar a la niña.
-¿Fuiste feliz?
-No sé.
-¿Y tus padres?
-No sé.
-¿Has comido?
-No
-¿Cuándo fue la última vez que comiste?
-No me acuerdo.
-Esta es la última pregunta que te haré creo.
-Okey.
-¿Cómo te sientes ahora?
-Con hambre y frío, pero el frío no está mal, se siente bien.
-Ese frío proviene de mí.
La familia de antes vuelve a pasar.
-¡Mamá me quiero morir! ¡Ya no funciona!
-Vamos hijos, tu padre te comprará otro.
-¿Enserio?
El niño muestra emoción.
-Si hijo, te compraré uno.
-¡Genial!
¿Qué le dirán ahora a la niña?
-¿Aún no se muere esa niña?
-Pobrecita niña, lo único que le espera es la muerte.
Por ahí pasó un señor vendiendo dulces.
-Papá, papá ¿Me compras dulces?
-Pide, pide ¿Tú que vas a querer amor?
-Bueno …
Frío y más frío.
-¿Voy a morir?
-Si niña.
¿Habrá lágrimas que puedan salir en tal ojos?
-Mi vida fue un desperdició.
No salen lágrimas en los ojos de la niña.
-Fuiste una señorita noble, para las niñas de tu edad.
-Gracias.
-Es interesante que aún puedas agradecer.
Comenzaron a reposar las moscas sobre la niña.
-Parece que ya.
¿La gente que dirá?
-¿Oye esa niña murió?
-Eh ¿Qué? Es broma ¿No?
-Que alguien se lleve esto.
-Pobrecita niña.
-¿Una niña muerta?
-Que asco.
-Vamos alguien ¿No hay nadie que se lleve esta desperdició?
Es lo único que hace la gente ¿Enserio? ¿No harán nada más?
La misma familia de ante miro a la niña y la señora exclamó.
-Oh pobre niña, buena suerte que ya murió.
Los demás no hacen nada.
Poco a poco aumenta la cantidad de moscas.
-Que asco.
-No, yo me voy.
-Que miedo.
Y supuestamente a esa gente le importan los niños.
Claro, la niña no era muy linda, si lo hubiera sido ya sería otra cosa.
La muerte se levantó juntó con la niña, observó a la gente y exclamó soltando un frío.
-¡YO TAMBIÉN VENDRÉ POR USTEDES!AUTOR: Silcezre08
La niña murió abrazando un tacho de basura de metal.
29/11/20